La doble vida de Ira Alterman
La hija de Ira Alterman creía que en cuestiones de sexo su padre, más que conservador era un puritano extremo. En su casa no se pronunciaba la palabra que empezaba con S. Cuando en la televisión aparecían dos personas a punto de hacer el amor, cambiaba de canal o directamente desenchufaba el aparato. Pero Sara tenía ocho años cuando descubrió unos libros escondidos en el anaquel más alto de la biblioteca. Todos esos libros estaban firmados por su padre y llevaban títulos como “Manual de sexo para mayores de 30 años”, “La noche de bodas” o “Manual de sexo italiano”.
Detrás del Ira Alterman empleado de marketing de una empresa había otro Ira, autor de textos de humor sobre sexo, gatos o crianza de bebés que vendían millones de ejemplares. Sí esta fuera una película promedio del género Encuentro Entre un Padre y su Hija, tendríamos una escena en la que una y otro confiesan sus razones. Pero esto no sucede en esta historia. Quizás Ira sabía que su hija sabía, pero ninguno d ellos dos lo dijo. El final de la historia los encuentra escribiendo juntos después de que Ira reconociera “haber escrito unos libros humorísticos”. Toda familia se construye alrededor de un secreto. Todo padre -toda persona, pero especialmente todo padre- es un misterio sin revelar.
Algo más
Sara Alterman recorrió todo el arco de la relación con su padre, ese camino que va de la idealización a la repulsa y de allí a la aceptación. La adultez como hijos -en palabras del psicólogo social Alejandro Simonetti- consiste no en aceptar o negar, sino en hacer las cosas “aunque nuestros padres estén de acuerdo con ellas”.