La dulce señora
El jueves fue el Día del Periodista y, como siempre, el festejo en las redacciones fue situación propicia para echar a volar la memoria: anécdotas, historias, viejos compañeros, grandes coberturas, grandes fracasos... En un diario de Jujuy, sus periodistas recordaron lo bien que la pasaban cada 7 de junio en los agasajos que organizaba, años atrás, una ONG local dedicada a la acción social. Es una práctica habitual en gobiernos, instituciones y corporaciones, pero estos eran especiales. No solo porque tenían lugar en el mejor hotel de la capital y estaban muy bien servidos, sino por la generosidad de la anfitriona. La presidenta de la ONG les dirigía a sus 30 o 40 invitados palabras llenas de calidez y reconocimiento por el trabajo que hacían, y además siempre los sorprendía con regalos espectaculares: cámaras de fotos, grabadores y ¡hasta tablets! La presidenta entregaba a cada uno su obsequio, siempre con una sonrisa, siempre con un "gracias" en la boca.
Pasó el tiempo y esos inolvidables y costosísimos agasajos dejaron de hacerse. Pero la ONG siguió su camino, con perfil cada vez más alto y polémico. Hoy resultaría imposible reconocer en aquella dulce señora, que tanto se prodigaba con el periodismo, a Milagro Sala .