La falta de jardines de infantes
Entre 2003 y 2016, creció en un 41 por ciento la matrícula total del nivel inicial, que incluye las sala de dos hasta cinco años. Este dato, que a primera vista parece auspicioso, delata el problema que arrastran las escuelas estatales en jardín de infantes y preescolar de todo el país, pues mientras en las privadas se inscribió el 67,2% más de niños, en las de gestión estatal solo se evidenció un aumento del 30,2%.
La falta de vacantes y de colegios cercanos -algo que se agrava a medida que nos alejamos de la ciudad de Buenos Aires- es denunciado por los padres y ahora lo puso en evidencia el último informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, dirigido por Alieto Guadagni, sobre la base de los últimos datos disponibles del Anuario Estadístico 2016, elaborado por el Ministerio de Educación.
Esto parece dificultar el objetivo de ese ministerio: lograr una cobertura del 75% para las salas de tres y cuatro años en 2021, llegando al 100% en 2026, mientras que para el año que viene la meta es tener a todos los niños de cinco años escolarizados. Si bien el aumento de alumnos en los primeros años de la formación escolar es alentador, los números contradicen las metas establecidas por el gobierno nacional.
Actualmente, uno de cada tres niños va a un jardín privado, y el porcentaje aumenta a medida que disminuye la edad. A esto hay que sumar el hecho de que en determinadas zonas del país no se cuenta con la oferta estatal, profundizando las vulnerabilidades de quienes no acceden a la escolarización.
Cabe recordar que la presencia de los menores en las aulas asegura no solo su formación, sino también un crecimiento en conjunto, el acceso a conocimientos esenciales y el trabajo sobre los derechos de los que todos los niños son sujeto.
La escolarización de los niños implica un esfuerzo que debe continuarse y reforzarse, pues ha dado resultados significativos, pero sería imperioso equiparar la matrícula entre las escuelas de gestión privada y estatal, para darles a las poblaciones más carenciadas mejores oportunidades.
Por todo esto, es de esperar que se acentúe la construcción de institutos educativos de nivel inicial, acrecentando así la disponibilidad de vacantes para familias que no solo necesitan un espacio de contención para sus hijos, sino también para iniciar la educación de los futuros ciudadanos.