
La lluvia sola no alcanza: el crecimiento del agro argentino llegará incorporando conocimiento y tecnología sustentable
En el horizonte 2024 de la agricultura argentina se vislumbran desafíos y oportunidades. En el transcurso de enero se registró un buen nivel de lluvias en la zona agrícola núcleo. Las precipitaciones llegaron en un buen momento para la campaña de soja y de maíz, lo cual favorece el desarrollo de los cultivos implantados.
Pero si bien las perspectivas son buenas, en particular para el maíz sembrado en diciembre que atraviesa un mes clave para la definición del rendimiento, sabemos a fuerza de la experiencia que confiar el éxito de una campaña exclusivamente a las perspectivas climáticas implica retroceder milenios en la historia de la agricultura: la tecnología agrícola aplicada y el conocimiento de años de investigación y desarrollo para producir soluciones eficientes son las únicas variables comprobadas para garantizar un modelo sustentable, con rindes y equilibrio ambiental, para estos cultivos emblema.
La Argentina es uno de los diez países agroindustriales más grandes del mundo, y tiene la oportunidad de crecer en su producción de 130 a 200 MM toneladas de granos. Este es el gran desafío que miramos quienes trabajamos en el sector brindando herramientas para el crecimiento.
Los recursos naturales de nuestro país y la resiliencia de los productores nos sitúan en una posición única para contribuir a la recuperación económica del país y mejorar su producción. El campo quiere y puede ser parte de la agenda de soluciones. Pero para capitalizar esta oportunidad, es necesario entender el rol clave de la tecnología agrícola y establecer un marco institucional que brinde estabilidad y previsibilidad al sector. Además, resulta imperioso que se facilite la accesibilidad para que esa tecnología llegue a las manos de quienes producen.
En Corteva, trabajamos para crear soluciones sustentables: productos que permitan afrontar los desafíos de trabajar con menos recursos, menor cantidad de tierra productiva, con acechanzas de clima, plagas y malezas.
En este 2024 nos enfocamos a estimular los mercados de maíz y soja y estamos desarrollando soluciones para promover y potenciar el crecimiento del segmento frutihortícola en todo el país, sabiendo del potencial que tiene esta producción.
Más de 3000 personas trabajan con nosotros de forma directa e indirecta en nuestras plantas industriales de Venado Tuerto, Salto y San Lorenzo; en las estaciones de investigación y desarrollo en Pergamino, Córdoba y Tucumán creando soluciones de estándares globales, y nuestra red comercial para atender todos los segmentos se encuentra en todo el país.
Entendemos que el sector debe crecer. Por ello, en las últimas tres décadas apoyamos la expansión de más de 4500 PyMES del agro, con más de 25.000 hectáreas producción, y brindamos a su vez soluciones financieras a los productores.
En el mercado del maíz, desarrollamos nuevos híbridos, apoyamos la exportación, incorporamos genética global y estimulamos la genética local, acompañando a lo largo de los años a los productores con nuestras marcas líderes: Pioneer y Brevant.
En cuanto a la producción de soja, produjimos una transformación de la mano de la tecnología Enlist: un sistema revolucionario de cultivo extensivos, con estándares únicos de control de malezas de forma sustentable, que con más de 20 años de investigación llegó a la Argentina. Enlist combina biotecnología, herbicidas, buenas prácticas agrícolas con menor fitotoxicidad, deriva y volatilidad, y la mejor genética; y ha permitido un gran avance produciendo mejoras sostenibles que muestran hasta un 90% más de control de malezas que otros sistemas. Seguiremos trabajando en 2024 para el crecimiento de hectáreas que emplean este modelo.
Nuestro compromiso con la innovación se consolidará este año con el desarrollo de productos biológicos. En 2023 presentamos Utrisha N, un fertilizante biológico que aporta nitrógeno de manera sostenible. El producto está en uso en Europa, Estados Unidos y Brasil y ya se comercializa en el país superando ampliamente la expectativa de adopción en campos de maíz. Además, se espera que en el transcurso de este año también se tenga registro en soja, otros cereales y papa.
Los bioestimulantes serán claves, asimismo, en el mercado frutihortícola, que está en nuestro foco de 2024. Queremos impulsar las economías regionales en Corrientes (pimientos y tomates); Entre Ríos (cítricos); Salta (pimientos y tomate); Tucumán (papa y cítricos); Cuyo (vid, durazno, ciruela, papa); Río Negro (manzana y pera). Los bioestimulantes mejoran la resiliencia de los cultivos frente a factores estresantes como la sequía, el calor excesivo o la luz solar, siempre presentes.
A nivel global, hemos avanzado en la compra de las compañías Stoller Group y Symborg, lo que nos posiciona como una de las compañías de sanidad y nutrición vegetal biológica más grandes del mundo.
Sabemos que la inversión en investigación y desarrollo es clave para mejorar la productividad, sostenibilidad y rentabilidad en un contexto cambiante. Sin embargo, la innovación no puede ser efectiva si no es accesible.
Es por eso que a lo largo de 2023 hemos impulsado iniciativas como “Sembrá Evolución”, un programa que involucra a todos los grandes actores del campo argentino y que garantiza la accesibilidad a la mejor tecnología agrícola disponible en el país. La inversión en mejoramiento genético en soja regresó al país de la mano de este programa. Gracias a Sembrá Evolución, los tres bancos genéticos de soja más importantes del mundo ya están en la Argentina.
Ese será uno de nuestros focos en 2024 también, ya que este programa no solo fomenta la innovación, sino que también preserva la propiedad intelectual, incentivando a las empresas a invertir en investigación y desarrollo.
El camino hacia el desarrollo agrícola argentino está trazado y todos los actores del sector trabajamos para su consolidación, sabiendo que el salto evolutivo en ese crecimiento llegará de la mano de la tecnología y el conocimiento aplicado.
Presidente de Corteva Agriscience para el Cono Sur
