Desde Roma. La muerte de un pacifista
Gran conmoción vivió días atrás el mundo de la cultura y el periodismo italiano cuando murió de cáncer, a los 66 años, Tiziano Terzani, un conocido periodista y escritor que, en los últimos años, se había convertido en un virtual abanderado de la paz.
Nacido en Florencia en 1938, Terzani escribió hace dos años un bellísimo libro, Cartas en contra de la guerra, que se convirtió en best seller y se contrapuso al también exitoso, pero muy polémico, La rabia y el orgullo, de su colega Oriana Fallaci. Terzani, que colaboraba con el Corriere della Sera, fue corresponsal de guerra y trabajaba desde Asia para el semanario alemán Der Spiegel. Gran cronista del sufrimiento humano implícito en cualquier guerra, amaba viajar y era un experto en Oriente. Vivió en Singapur, Hong Kong, Pekín, Tokyo y Bangkok, y en 1994 se había radicado en la India, donde vivía en una zona alejada del ruido, a los pies del Himalaya. Igualmente viajaba seguido a Italia -murió en una casona de la Toscana en la que se había recluido con su familia, cerca de Florencia-, donde en los últimos años sólo aparecía para participar en manifestaciones contra la guerra, con su barba larga blanca y sus clásicos trajes de estilo hindú.
En marzo último, Terzani -que en 1975 se destacó por haber sido uno de los pocos periodistas que permaneció en Saigón durante su caída- publicó su último libro, Otra vuelta de calesita, un viaje en el mal y el bien de nuestro tiempo. Un nuevo best seller, en el que cuenta su largo viaje por el mundo luego de descubrir que tenía un tumor. "Pensándolo bien -escribió Terzani-, después de cierto tiempo el viaje ya no era más para buscar un tratamiento para mi cáncer, sino para esa enfermedad que es de todos: la inmortalidad".
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