La Noche de las Librerías
La avenida Corrientes, que reúne tantas salas de espectáculos, restaurantes y diversidad de comercios con vidrieras llamativas, se convirtió en la noche del sábado último en la calle de las librerías, desde Junín hasta Libertad.
En esta ocasión se dieron cita los amantes de la lectura y los buscadores de ciertos autores, junto con quienes gustan de debatir variadas cuestiones y destacar perfiles del pensamiento. Fue, en suma, una fiesta que reunió a miembros de varias generaciones, con preferencias por distintas temáticas y géneros literarios.
En el amplio corredor de la avenida, los integrantes del caudaloso público, estimado en 80.000 personas, comentaron y defendieron sus opiniones, felices de encontrar la oportunidad de enunciar sus preferencias y descubrir opositores inteligentes, además de captar títulos que guiarán lecturas próximas.
También se presenta en esos contactos la coyuntura adecuada para saber algo más acerca de la situación económica y comercial de editoriales, librerías y, consecuentemente, de las perspectivas que se ofrecen hoy a los autores. En los planteos que se escuchan, preocupa advertir los problemas actuales de una industria que es básica, tanto para la promoción de quienes escriben como para canalizar la producción hacia quienes leen.
De esa realidad difícil que se vive hoy surgió una propuesta por parte de un sector de editores, libreros y gráficos: repartir un "librazo" de 30.000 ejemplares a fin de expresar con fuerza la crisis que está padeciendo el sector.
Finalmente, los títulos novedosos o sorprendentes constituyeron un eficaz anzuelo para convocar al público y a numerosos lectores, sobre todo jóvenes a entrar en la aventura de la lectura. Las preguntas se comportan como un llamado al público. Así, la discusión entre Samanta Schweblin y los escritores Esther Cross y Sergio Olguín tuvo el acierto de plantearse sobre este interrogante: "¿Dónde se esconde la realidad en la ficción?"