Liliana Martignoni, la experiencia escolar en entredicho
Como saben bien quienes estudian el sistema educativo, pero también quienes trabajan en él, una política puede diseñarse con un objetivo, y transformarse en una herramienta para otro cuando "baja" a las escuelas que, por cierto, no viven aisladas de contextos socioeconómicos cambiantes. Lo pudo comprobar Liliana Martignoni, que durante varios años estudió el modo en que la ampliación de la obligatoriedad escolar en la provincia de Buenos Aires –que se dio en dos momentos: desde 1996, de siete a diez años, y luego desde 2007, de diez a catorce– se concretó en las escuelas y cómo, a tono con el empobrecimiento social de los 90 que estalló en 2001, esa política pretendidamente inclusiva terminó convirtiéndose en un "dispositivo para el gobierno de la pobreza".
Martignoni trabajó primero analizando las estrategias del sistema educativo bonaerense para implementar el cambio y retener a los alumnos, y luego miró la experiencia de los propios chicos de sectores pobres. Para eso, eligió una escuela secundaria pública de una ciudad mediana bonaerense, en la que siguió las trayectorias de cuatro adolescentes durante tres años del secundario. Su investigación se publicó en el libro Ampliación de la obligatoriedad escolar (La Colmena). "La escuela no basta –dice–. Los chicos tejen redes de relaciones con otras organizaciones y de cómo «caigan» en esa red dependen sus posibilidades." Son centros de día, hogares, comedores, programas de distintas iglesias que a veces son impotentes para incluirlos socialmente. "El trabajo muestra cómo se ha debilitado la fuerza instituyente de la escuela", apunta. "La experiencia de los chicos está tensionada entre necesidad y derechos. Para ellos, el problema es la falta de reconocimiento del otro, en una escuela que no ha alterado sus formatos tradicionales para recibirlos."
QUIÉN ES
Edad: 48 años
Perfil: maestra, magister y doctora en Educación, docente e investigadora en la Universidad Nacional del Centro
Su tema: política educativa