Macri y el duro aprendizaje del poder
Dicen que la política es el arte de negociar y el poder, la capacidad de hacer cumplir lo negociado. Con dos años de ejercicio, el gobierno de Macri muestra logros en el primer rubro y algunos déficits en el segundo.
El peronismo, doctorado varias veces en cuestiones de poder, se ocupa de demostrarle a Cambiemos que todavía tiene bastante que aprender. Como el jueves, cuando el oficialismo confiaba en que tendría los votos para sancionar la reforma previsional, gracias a su acuerdo con los gobernadores peronistas. Pero los diputados que les responden se negaron a pagar el costo por una reforma impopular, de un gobierno ajeno, que ni siquiera había logrado defenderla bien.
Tal vez al macrismo lo ayudaría ver el sexto capítulo de la segunda temporada de Peaky Blinders, la serie sobre la mafia inglesa. No se trata de analogías entre política y crimen organizado. Sólo sobre el ejercicio del poder, que suele depender menos de la fuerza que de la astucia y de no confiar demasiado cuando se negocia con gente difícil. Siempre conviene conservar un reaseguro.