Mañana, tarde y noche
"Permanentemente oigo por la radio y otros medios, y leo, expresiones como «mañana a la mañana», «el miércoles a la tarde», etc. Siempre tuve entendido que se decía «por la mañana», «por la tarde»... ¿Es así?", pregunta desde Salto, provincia de Buenos Aires, Verónica González Kenny.
Se puede decir por la mañana , en la mañana , a la mañana e incluso de mañana , pero estos complementos no se usan indistintamente ni significan exactamente lo mismo.
Normalmente, los circunstanciales de tiempo que indican las partes del día se construyen con la preposición por : "Nos encontramos por la mañana"; "Lo vi el domingo por la noche".
También puede usarse la preposición en . Esta preposición, que es más frecuente en América que en España, se usa sobre todo cuando dentro del circunstancial hay un complemento con de , que indica a qué día determinado pertenece la parte mencionada: "En la madrugada del 7 de abril, se reunieron los conspiradores en casa del jefe".
La preposición a es frecuente en la Argentina y, según el Diccionario panhispánico de dudas , en España solo entre hablantes catalanes y vascos: "El tren se atrasó y los invitados llegaron a la tarde, muy cansados"; "Los sábados a la noche, había en el local un mundo de gente".
Por último, la preposición de no indica la parte de un día determinado, sino una parte determinada del día por oposición a las demás: "Este nene lindo / que nació de noche / quiere que lo lleven / a pasear en coche". A menudo este complemento se refiere a acciones habituales o repetidas, que se dan todos los días en un momento determinado: "Trabaja sólo de tarde"; "Se levanta siempre de madrugada".
Queísmo y dequeísmo
Escribe Marcela Franci:
"Con gran asombro leo en el diario a grandes escritores, como Vargas Llosa, o periodistas como Morales Solá o Grondona, a quienes considero muy ricos en el manejo de la lengua española, incluso a usted, a quien sigo todos los lunes porque amo la gramática, y me desconcierta el uso del de que . Si había algo que me corregían en el colegio y mis padres, era el dequeísmo. Cosa que corrigieron totalmente. Me gustaría que me aclarase cuándo puedo usar de que y cuándo que . El único caso en que yo usaba el de que era cuando hacía una pregunta y obviamente escribía qué con acento. Tal vez en estos últimas décadas fue aceptado el uso del de que y yo no lo leí."
Los padres y maestros de la lectora hacían bien en corregirle el dequeísmo porque el dequeísmo es un error. Pero no todo de delante de que es incorrecto. En ese caso, el error, que se llama queísmo, es omitir la preposición.
Las dudas sobre si corresponde usar de (u otra preposición) delante de que surgen cuando el nexo que encabeza una proposición sustantiva. Una proposición sustantiva es una proposición que funciona como un sustantivo. Entonces, para saber cómo articularla, lo más práctico es reemplazar la proposición por un pronombre neutro o un sustantivo cualquiera. Si el pronombre o sustantivo se construye sin preposición, también debe construirse sin preposición la proposición sustantiva. Pero si el pronombre o sustantivo se construye con preposición, la misma preposición ( de u otra, según los casos) debe usarse delante de la proposición sustantiva.
Cuando la proposición es sujeto u objeto directo, se construye sin preposición porque el sujeto y el objeto directo de cosa no llevan preposición. Por ejemplo, en la oración "Anunció que presentaría su renuncia", la proposición sustantiva funciona como objeto directo y no lleva preposición. Lo comprobamos reemplazándola por un sustantivo o pronombre: "Anunció su renuncia"; "Anunció eso". En la oración "Le gusta que lo mimen", la proposición sustantiva funciona como sujeto y tampoco lleva preposición. Lo comprobamos: "Le gustan los mimos"; "Le gusta eso". En este ejemplo, al reemplazar la proposición por un sustantivo en plural ("los mimos"), el verbo debe concordar en plural, lo cual demuestra que la proposición es sujeto.
Pero si la proposición es parte de un circunstancial, debe construirse como término de la preposición que corresponda a ese circunstancial: "Nos enteramos de que había renunciado" ("Nos enteramos de eso"); "Lo convencieron de que renunciara" ("Lo convencieron de eso"); "Insistieron en que renunciara" ("Insistieron en eso"); "Lo exhortaron a que renunciara" ("Lo exhortaron a eso").
También debe construirse con preposición la proposición que es parte de un complemento de sustantivo o adjetivo: "Nos sorprendió la noticia de que había renunciado" ("la noticia de eso"); "Está seguro de que lo aceptarán" ("seguro de eso").
Masculino
"Un joven pedicuro desearía dedicarse también a la atención de las manos femeninas y me pregunta: «¿Debo ofrecer mis servicios como manicuro?». Espera su respuesta", escribe Natalia Kohen.
Sí. Aunque no debe de haber muchos manicuros, los que hay se llaman así. Las dos palabras, pedicuro, pedicura , y manicuro, manicura , están registradas en el diccionario académico con las dos terminaciones.
De rallos y rayas
Escribe la licenciada Andrea Testa:
"El propósito de este correo es comentarle un error aparecido en la edición del viernes 4. Creo que es penosa la reiteración de este error, confundir rayado y rallado . En la nota de la página 16 de la primera sección titulada «Alimentos que no deben faltar», se escribió *«remolacha rayada» en lugar de «remolacha rallada».
" Rayado es el participio del verbo rayar (del latín radiare ), ´hacer o tirar rayas´ , según el Diccionario de la Real Academia Española ; en cambio, rallado es el participio del verbo rallar (de rallo ), ´desmenuzar algo restregándolo con el rallador´ , según la misma fuente de consulta."
Sobre lo mismo escribió unos días antes Mario Mayer, pero él lo había observado en otro texto, en una nota en que Julieta Díaz cocinaba con *«queso rayado». Como dice la lectora Testa, el error se reitera penosamente.