Mensaje negociador de los Estados Unidos
Recientemente visitó nuestro país Clayton Yeutter, que fue secretario de Agricultura y representante comercial de los Estados Unidos, dos cargos del gabinete presidencial, durante la Rueda Uruguay. También fue presidente del Partido Republicano durante la presidencia de George Bush padre e integrante de organizaciones privadas. Hombre alto, corpulento e intelectualmente poderoso, vino a la Argentina para proyectar sus ideas personales, pero que se suponen próximas a las del gobierno de su país, en materia de negociaciones comerciales internacionales. Y también a percibir el clima que al respecto hay en el nuestro. Como ejemplo de su personal visión, cuando criticó la ley agrícola que aumentará los subsidios internos a los agricultores norteamericanos en 200 mil millones de dólares repartidos en los próximos diez años, manifestó que esa ley tuvo origen cuando había superávit fiscal, el que luego se trocó en un gran déficit. Expresó su convicción de que el Congreso deberá volver atrás por la incompatibilidad de esas erogaciones con el déficit actual. ¡Ojalá así sea!
Acuerdos comerciales
Sostuvo Yeutter que la Rueda de la Organización Mundial del Comercio (OMC) no finalizará en 2004 para comenzar a aplicarse en 2005, como está previsto, sino que demorará dos años más, con lo cual se rompe la sincronización con los plazos del ALCA, que las naciones del Mercosur consideran necesaria. Yeutter no lo aprecia así: sostiene que las naciones americanas deberían tener en cuenta que Estados Unidos ha negociado bilateralmente con Chile y que a fin de año lo hará con América Central. Adicionalmente están procurando acuerdos con Singapur y Australia, por lo que las naciones que no negocien bilateralmente o en grupos podrían quedar aisladas. Yeutter cree que la negociación, sea bilateral o con el Mercosur, puede dar grandes ventajas en materia de acceso al mercado norteamericano, por lo que convendría a todos no demorar la negociación ALCA, obviamente fragmentada, según se aprecia por lo expresado. Esas negociaciones deberían limitarse a bajar tarifas de acceso y no a discutir subsidios internos o a las exportaciones, que serían materia de la Rueda del Desarrollo. Aquí surgieron preguntas sobre reducción de tarifas en lácteos, carnes, azúcar, cítricos, mostos y maní, de respuestas no muy convincentes para el interés de estos sectores.
Respecto de las negociaciones comerciales internacionales expresó que la Argentina no debe aceptar que su influencia haya decrecido. Lo que se requiere es reclutar talentos y estar presentes en todos lados, escuchando, opinando y negociando. Como se le recordó que habíamos sido excluidos del grupo reducido de naciones que más influye en la OMC, dijo que nuestro país debe tener un Ministerio de Agricultura y otro de Comercio, con figuras destacadas en esos puestos estratégicos, tal como lo hacen Estados Unidos, Australia y otros.
Se explayó sobre el llamado "principio de precaución" impulsado por la Unión Europea, que permitiría restringir importaciones sin base científica, y destinado a debilitar el Acuerdo Sanitario de la OMC, que los europeos pretenden renegociar. Celebró la posición argentina en materia de productos transgénicos, los cuales constituyen un arma poderosa a favor de la producción y en contra del hambre. Recordó que Estados Unidos ha decidido dilatar la presentación contra la UE en el órgano legal de la OMC para evitar rencillas marginales al foco bélico, pero aseguró que se volverá sobre ello en el futuro, esperando al respecto el apoyo argentino. ¡Ojalá así sea!
Se le comentó que funcionarios de su país habían recordado el valor que tiene para el mundo la política de stocks públicos de alimentos estratégicos. Al respecto le recordamos el daño que infligieron a los mercados los stocks europeos consistentes en montañas de manteca, leche en polvo, carnes, azúcar y lagos de vino. Yeutter coincidió con nosotros e indicó que, a su entender, las reservas deben estar en manos privadas y no solamente en Estados Unidos sino en todas partes.
Por último, sin agotar el tema, llegó la llamada Cláusula de Paz, un instrumento logrado por la Unión Europea con la compañía de Estados Unidos en la Rueda Uruguay. Consiste principalmente en impedir que una nación cuyas exportaciones a un tercer mercado sean dañadas por exportaciones con subsidios de otro país -léase de la UE o Estados Unidos- pueda adoptar medidas compensatorias de esa invasión subvencionada. Es pues una "cláusula de paz" a favor de unos pocos y de limitaciones para otros, entre ellos nosotros. Nuestro protagonista manifestó que al vencimiento de esta cláusula, en diciembre de este año, Estados Unidos no estaría interesado en prorrogarla.
La visita de Clayton Yeutter fue un hecho auspicioso, no solamente por el talento y prestigio internacional de su persona sino por la apertura que demostró para contestar sin rodeos los cientos de preguntas que se le presentaron en los más importantes foros.
El autor es vicepresidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA).