Mesa de tres
Nueva York.- En La feria de los inmortales, la maravillosa historia gráfica creada por Enki Bilal, hay una París futurista, decadente y corrupta, astronautas que penan en una Tierra hostil, y dioses egipcios -Horus, Osiris, Hanubis- que viajan en naves espaciales y piensan en la humanidad como se piensa en una ínfima pieza a mover en un tablero eventual. Algunos de esos dioses -cabeza de halcón o de gato en cuerpos humanos- parecen habitar en este insólito almuerzo: el caballero perro y la señora liebre, en amable tertulia con un operario. Lejos de las oscuridades distópicas de Bilal, estas esculturas, concebidas por los artistas neoyorquinos Gillie y Marc, quieren ser un canto a la concordia. Son parte de una instalación que invita a los transeúntes a sentarse y confraternizar. Si un perro puede amigarse con una liebre, ¿qué puede ser imposible?, sugiere la obra bautizada Table of Love.