A pesar del virus
GAZA.- La vida sigue. La vida siempre sigue, y con ella, las rutinas, celebraciones y rituales con que armamos nuestro pequeño orden en medio del abismo que, en tiempos excepcionales y de los otros, fatalmente nos rodea. Mohamed e Israa son palestinos, tenían pautada su boda y, desde luego, se casaron. Pese al virus, contra el virus, a favor de todo el resto. Mohamed e Israa habitan un territorio que, en medio de su desgracia y a cuenta del bloqueo, algunos inicialmente creyeron a salvo de la pandemia. Pero no. La peste se abrió camino, agazapada en las manos y el aliento de ciudadanos llegados de Paquistán, y allí están ahora, Mohamed e Israa, barbijos, bordó de flores y blanco de tul, haciendo de sus esponsales un voto de esperanza. En el instante que apresa esta foto, él parece mirar a un punto distante. Como si quisiera escudriñar en el día después de la incertidumbre que, sabe, recién comienza.