Alas
LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS.- Wim Wenders filmó Las alas del deseo en 1987. Cuenta en esa película inolvidable la historia de dos ángeles que sobrevuelan Berlín en los días de la Segunda Guerra; solo los niños pueden verlos. No pueden intervenir en lo que ocurre en ese mundo devastado de grandes desolaciones. Escuchan las voces, la larga sucesión de alusiones a la tristeza y el desamparo. Uno de ellos, un memorable Bruno Ganz, se enamora de una trapecista de circo. En nombre de ese enamoramiento, decide renunciar a su condición celestial (a la eternidad) para vivir a su lado. La poética de Wenders hace el resto, es decir, enamora al espectador. La escena que tiene delante el lector sucede en una tienda de Beverly Hills. Hay una prenda alada, y junto a ese abrigo un hombre que se aleja, solo en sus meditaciones. Quizá sea un ángel que descendió a este mundo donde las soledades abundan y el amor sigue siendo el gran anhelo.