Cara a cara
HALIFAX, Gran Bretaña.- Día tras día, aparecen nuevos artilugios tecnológicos que nos permiten comunicarnos con los demás de las formas más variadas y venciendo todo tipo de distancia. Reuniones de a dos o de a muchos se multiplican a través de ventanas que virtualmente permiten que nos comuniquemos. Pero son todas ventanas que nada tienen que ver con las tradicionales aberturas tan codiciadas en casas y edificios, porque permiten dejar entrar la luz, el aire y, más que nada, asomarse para ver al otro. Estos dos hombres han ido más allá de la ventana en la que se refleja de manera difuminada lo que no podemos ver. Han optado por el encuentro para dialogar tal vez sobre nada que no podría expresarse sin necesidad de verse. Quizás a sabiendas de que nada reemplaza la presencia real del otro, han prescindido de la virtualidad para privilegiar el intercambio cara a cara, aunque deban mantener distancia.