Dos que presiden sin ser presidentes

L o dijo Plutarco en su Vidas paralelas: "...Muchas veces un hecho de un momento y una niñería sirven más para pintar un carácter que batallas en que mueren millares de hombres".

Es ese instante que lo revela todo. Como era para el griego el recorte de un gesto con el que un pintor capta el alma de su retratado. Es ese punto donde se equiparan vidas. Pese a las diferencias que prefieren destacar los partidarios de los comparados.

No se trata de Alejandro Magno ni de César, tampoco de Demóstenes o Cicerón. Esto es más doméstico. Pero dos momentos recientes podrían servir para mostrar similitudes. Matizar contrastes. Atenuar grietas. Y moderar condenas.

Hace cuatro meses, la vicepresidenta electa Cristina Kirchner presidía, orgullosamente, una reunión en su casa con el flamante presidente electo Alberto Fernández. Anteayer, en la cabecera de la mesa, Mauricio Macri presidía, señorial y displicente, la reunión de un partido del que no es presidente. Dos imágenes. Tal vez, solo hechos "de un momento… una niñería". Quizá, vidas paralelas.