Francia e Italia, en pugna por Da Vinci
El 500º aniversario de la muerte del polímata Leonardo da Vinci y su influencia en la ciencia, las artes y el pensamiento son tierra fértil para polémicas estéticas, intelectuales y hasta diplomáticas. La difusión de una Gioconda desnuda en torso generó hipótesis y estudios antropológicos. La vigencia de su Hombre de Vitruvio, su masculinidad y sus proporciones como definición de lo perfectamente humano son analizados en teorías de género.
La profusión de exhibiciones alrededor de su figura en Roma, Venecia y Milán no deja de sorprender (un patrimonio del que participa hasta Bill Gates como propietario). Y esta semana se suma la polémica entre Italia (su lugar natal) y Francia (donde murió en 1519 y está su obra en el Louvre). El propio Emmanuel Macron llamó a la concordia mientras ambas potencias culturales tratan de imponer, hoy mismo, su tradición entre el linaje romano y la influencia humanista parisina, entre la matemática, la arquitectura y la pintura, y sus actuales figuras intelectuales y literarias, basadas en aquel auténtico código da Vinci.