Garlic II, el clon más difícil de todos
Tener una mascota implica ser testigos del ciclo del nacimiento y de la muerte, del afecto y d la pérdida, pero en el lapso de unos pocos años. El chino Huang Yu había perdido a su gato Garlic por culpa de una infección urinaria; el minino tenía solo dos años y el joven empresario quiso clonarlo. Entonces llamó a la empresa Sinogene, que a los siete meses le entregó su gato clonado. El proceso costó 35.000 dólares. Pero el clon no tenía la mancha negra en la barbilla del original y su pelaje era diferente. "Si te digo que no me sentí decepcionado te estaría mintiendo" aseguró Yu a The New York Times. Nadie le dijo que las células toman sus propias decisiones y obedecen a sus propios azares. Y por más que los dos gatos compartan el mismo ADN, algunas zonas del pelo terminan siendo más pigmentadas que otras.
Pero, además, jamás podría haber un Garlic idéntico porque tendría que haber vivido su misma vida y haber estado expuesto a los mismos factores. Por más que los publicistas de la ciencia quieran convencernos de lo contrario, la clonación aún es un sueño eterno.