Hollywood y Silicon Valley, un asunto de parásitos
¿Quién sostiene a quién? ¿Los contenidos dan sentido a las exitosas compañías tecnológicas o las empresas tech financian una industria de estudios, productoras y actores millonarios en esta nueva edad dorada? ¿Quién es el parásito, por utilizar el término más mentado de la jornada, que logra su supervivencia a expensas del otro, que cubre sus necesidades?
Desde que la guerra del cine y las series se mudó al streaming (o a los servicios on demand), la pregunta se volvió ideológica y geográfica entre Silicon Valley y Hollywood. Fábricas de magnates e iconos de la cultura de los Estados Unidos, en este siglo ambas esferas compiten por el control del dinero, la oferta y la demanda de ficciones. Algo de eso se ve en los lanzamientos recientes de AppleTV+ (una comedia sobre los desarrolladores de videojuegos), los documentales de Amazon o la ambición de ser consagrado esta noche como etiqueta de producción de Netflix –con 24 nominaciones–, una empresa nacida como distribuidora de DVD en una ciudad de California, en la ruta que conecta San Francisco con Los Ángeles.