Inesperada continuidad entre Macri y Fernández
Una crítica generalizada a la política argentina radica en el exceso de rupturas y la escasez de continuidades entre gobiernos de distinto signo. Notable éxito (para el fracaso) de grietas y refundaciones a repetición.
La contundente evidencia que ofrece la historia nacional justifica ampliamente los cuestionamientos, que no son hijos solo de la antipolítica. Lo peor de la abrumadora realidad es un grave efecto colateral: la invisibilización de las excepciones. Muy injusto.
Si bien todo es prematuro y deberá haber más constataciones para convalidar la hipótesis, los primeros indicios muestran que es muy probable que estemos siendo testigos de un caso inesperado de continuidad. Probablemente, involuntario.
En los primeros diez días de gobierno, Alberto Fernández ha ofrecido ya varias muestras de preservación de un sistema de gestión de su despreciado antecesor.
El método del ensayo y el error, ¿llegó para quedarse? ¿Terminaremos reivindicando las rupturas? No quedará otra que probar. ¿Acertará?.