La cruzada
El viernes se celebró el Día Mundial Sin Tabaco, con el que la Organización Mundial de la Salud recuerda que fumar enferma y mata. En la cruzada contra el tabaco ha aparecido, hace años, un aliado de extraordinaria eficacia: el cigarrillo electrónico, que no usa tabaco ni combustión, sino que vaporiza un líquido que se inhala y que puede o no tener nicotina. Tras una profunda investigación científica sobre estos dispositivos, la Public Health England, agencia que depende del Departamento de Salud del Reino Unido, declaró el año pasado que son un 95% menos perjudiciales para la salud que el cigarrillo de tabaco y que es la principal arma para dejar de fumar. Sobre la nicotina sostuvo que, contra lo que se cree, causa poco o ningún daño. A conclusiones similares llegaron las Academias de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos. La agencia británica informó que en el Reino Unido casi 1,7 millones de personas dejaron de fumar usando estos dispositivos. En la Argentina también se expanden, pero acá el cigarrillo tradicional, el que enferma y mata, cuenta con su propio aliado: la Anmat (organismo de certificación de alimentos y medicamentos), que prohíbe el electrónico.
Para la cruzada antitabaco no hay que contar con ella.