Por una educación solidaria
Las instituciones de educación superior deben asumir la verdadera exigencia de la responsabilidad social universitaria, el nuevo paradigma en el que la universidad reflexiona sobre sí misma, incluye y toma como propios los problemas de la sociedad.
Las instituciones académicas ya no son sólo espacios en donde se contempla y se piensa la realidad; asumen en la actualidad su rol responsable en la formación y conformación de la sociedad y de sus entornos. La universidad hoy desarrolla una formación más holística y completa, sumando conocimiento científico y humano.
Las universidades han comenzado a implementar diferentes programas de responsabilidad social, incluso sumando -como lo ha hecho la Universidad Nacional de Río Negro y otras en todo el mundo- a representantes gubernamentales y no gubernamentales en los órganos colegiados de gobierno de la universidad pública.
Sin duda, esta política institucional ha podido ser desplegada porque la política nacional universitaria ha incorporado en su agenda de trabajo una perspectiva similar: el Programa Nacional de Voluntariado. Las universidades nacionales pueden presentar proyectos de voluntariado a la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación y obtener financiamiento para su ejecución.
La novel Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), creada a fines de 2007, ha sido pionera en desarrollar proyectos de trabajo solidario de todos sus estudiantes, con el propósito de beneficiar a diversos sectores de la comunidad rionegrina.
El artículo 91 del Estatuto de la Universidad establece que los estudiantes deben haber participado en un Programa de Trabajo Social (PTS) para obtener el título de licenciado o equivalente. Los estudiantes de la Universidad están obligados a participar en proyectos de trabajo social con una duración total no menor a las 64 horas efectivas de trabajo, comparable en su duración con una materia de la carrera.
Estos programas tienen por objetivo completar la formación ética de los estudiantes ampliando la conciencia sobre los problemas de la sociedad, retribuyendo parcialmente el esfuerzo que hace toda la sociedad para que estudien, brindando servicios y aplicando conocimientos adquiridos en las aulas, así como desarrollar las capacidades de los futuros profesionales a través de la experiencia práctica.
El mecanismo implementado por la Universidad Nacional de Río Negro es una herramienta de compensación social a través de la cual la universidad hace realidad su función social: pone al servicio de la comunidad los saberes que produce y enseña, permite fomentar la colaboración solidaria, colabora en la resolución de problemas, en particular de los sectores más vulnerables, compartiendo y transmitiendo conocimientos, habilidades y destrezas vinculados a la vida cotidiana y al ejercicio pleno de los derechos sociales.
No se trata de proyectos de extensión universitaria, sino de una actividad extracurricular obligatoria que forma parte de los planes de estudio de las carreras que se dictan.
En la Sede Atlántica de la UNRN, las actividades que se llevan adelante incluyen, entre otros proyectos, los siguientes: "Apoyo a proyectos didácticos de base agrícola en escuelas de barrios periféricos de la ciudad de Viedma"; "Producción de hongos comestibles patagónicos", y "Manejo sustentable de malezas". Por su parte, en la Sede Andina, se trabaja comunitariamente a través de propuestas como: "Turismo alternativo en la Línea Sur"; "Cosecha de fruta fina y sus aspectos sociales y productivos"; "Producción de hortalizas y frutas orgánicas"; "Biblioteca del hospital de Bariloche como espacio de rehabilitación y reinserción social de pacientes", o "Integración del barrio 10 de Diciembre de Bariloche".
En esta línea, es un avance valiosísimo que el Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA) haya decidido que los alumnos de 13 facultades tengan que cumplir desde el inicio del próximo ciclo académico el requisito de concretar una actividad de educación solidaria relacionada con su carrera. Es otro indicador de que está germinando en las universidades argentinas la responsabilidad social universitaria.
© La Nacion
Juan Carlos Del Bello
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