Relato fantástico

Niza, Francia.- En una escena de armónica simetría, tanto en la distribución de los elementos que la componen como en la gama de colores que se observan, encontramos una presencia que a primera vista quiebra el equilibrio compositivo y que el texto que acompaña la imagen parece ignorar: "Personas charlan en la ciudad costera de Niza", dice sin más, con una economía narrativa difícilmente superable. Si se lee literalmente, ese texto tiene algo inquietante: si prolongamos esa simetría más allá de la proporción geométrica y la llevamos a lo que la descripción nos dice que está pasando, tenemos a la izquierda a dos personas que están charlando, y a la derecha, a una persona y una paloma que también lo hacen. Estamos asistiendo así a la irrupción en lo real de un elemento disonante. Esta somera síntesis es también un modo de definir el relato fantástico.