Restos de otras vidas
BAGHOUZ, Siria.- Nosotros nos despertamos, encaramos cada día, nos angustiamos por lo que toca, abrazamos a nuestros hijos, agradecemos que la noche llegue y con ella el descanso. Mientras tanto, Siria continúa allí. Vamos y venimos, hacemos agenda, desesperamos la rutinaria ansiedad de cada día. Sin saber -o apenas sabiendo- que sobre ellos, los que nacieron y aún viven en Siria, insiste una crueldad ya sin nombre.Y qué importa de quién huyen o hacia qué refugio van la mujer y el niño de la foto. La tierra que pisan es cercana a Baghouz, territorio de fuego, sangre y ofensiva final. Sobre ellos cargan lo poco que pueden llevar; al costado, entre piedras y polvo, ropa, valijas, frazadas: restos de otras vidas, objetos que hablan de historias, anhelos, gestos y rutinas que alguna vez fueron como esas que marcan cada uno de nuestros pequeños días. Pero que ahora apenas son un reguero de despojos.
Edición fotográfica de Dante Cosenza