Mística vs. dignidad
- "Queremos que los ferroviarios recuperen la mística y el orgullo de ser protagonistas del nuevo paradigma de desarrollo nacional."
(De Florencio Randazzo)
Son las 21. Gabriela se sube al ferrocarril Sarmiento y suspira. Otra vez la demora, la mugre, el frío, el hombre que vende con poco disimulo unas hojas verdes de perfiles absolutamente reconocibles, el chico que ofrece alcohol a precio módico, el punga, y el guarda que nunca aparece y que nunca sabrá quién sacó boleto y quién no.
Hay una distancia enorme entre el fin de cada jornada de Gabriela y la tela que pinta Randazzo como la mejor de sus obras: "Si me sale bien lo de los trenes, me anoto para cualquier cosa", decía ya en 2013 pensando en las presidenciales del año próximo y cuando todavía faltaban meses para que empezaran a llegar los nuevos trenes de China.
Por ahora, va juntando fotos. Con Cristina delante de los trenes. Con Cristina en el andén. Con Cristina en el atril. Fotos de estaciones a las que sólo se les lavó la cara, y de las vías cambiadas cuya utilidad mucho no se nota porque por ahora las siguen trajinando los viejos vagones castigados de siempre. Fotos con la tuneladora para el soterramiento del Sarmiento, lanzado seis veces en la última década, pero nunca concretado, y foto del reciente anuncio de creación de un presuntuoso "plan estratégico de transporte a 50 años", que genere "un paradigma" del que los ferroviarios se puedan sentir "orgullosos" y "recuperar la mística".
Sentada en un vagón sombrío, Gabriela ve cómo Randazzo gana tiempo mientras genera expectativas. Es evidente que se bajaron las frecuencias y las velocidades máximas, lo que -claro está- genera menos riesgos para un transporte que viene de cobrarse muchísimas muertes, fruto de la desidia y la falta de control. También es notorio que los servicios alternativos de colectivos dividieron la demanda y airearon las quejas del pasaje, antes concentradas entre uno y otro riel.
La apuesta del Gobierno -dicen- está puesta en agosto cuando, ya pasado el Mundial de fútbol, se complete el reemplazo total de los coches del Sarmiento.
La apuesta de Gabriela es mucho más modesta que una aspiración presidencial o la mística de un sindicato. Es ser tratada como "una persona con dignidad", como la Corte ordenó al Estado a tratar a los usuarios, al revocar el martes pasado dos fallos que desestimaban amparos contra el deplorable servicio ferroviario, justificándose en situaciones de emergencia.ß