Morir de stand up (y avisar antes)
El primer mandamiento de la comedia de stand up es reírse de los propios males, y el inglés Ian Cognito siempre hizo chistes sobre sus ataques al corazón. Por eso los que contó el jueves a la noche -minutos antes de morir sobre el escenario- no fueron profecías, sino costumbre.
Morir actuando es el sueño de todo actor y el trauma de sus espectadores. El cómico inglés, de sesenta años, no se sentía bien, pero insistió en subir a hacer su rutina. "Le dijo al público que imaginaran qué pasaría si llegara a morir frente a todos ellos", contó Andrew Bird, presentador del show. "Me imagino sufriendo un ataque y despertándome hablando en galés", dijo Cognito unos diez minutos antes de interrumpir el show. Al rato empezó a respirar con dificultad y se sentó en un taburete. El público se reía. Permaneció inmóvil durante unos segundos. Cuando llegó el servicio de emergencias, su cuerpo ya estaba inerte.
No perdamos el sentido del humor. Es una de las pocas herramientas con las que contamos para enfrentar a la muerte.