Morir hoy
Ya se sabe: una de las peores privaciones a las que nos somete la cuarentena es no poder despedir a nuestros muertos. Los testimonios de quienes han pasado por ese trance son muy elocuentes. Ahora, en el área metropolitana, el protocolo permite que de las ceremonias de entierro o cremación en los cementerios pueda participar un máximo de cinco o seis personas. Es un avance, pero es muy poco, y suele dar lugar a situaciones particularmente incómodas, sobre todo en esas circunstancias: decidir quiénes son los cinco o seis que podrán estar. Por cierto, cabe una reflexión sobre qué lógica se usa para autorizar reuniones de hasta 10 personas al aire libre, pero solo de la mitad en los entierros, que también se hacen al aire libre.
Ante esta realidad, la tecnología digital está sirviendo, otra vez, de auxilio. Se han empezado a ver velorios virtuales: páginas web creadas para despedir a una persona. Contienen información, galerías de fotos y "botones" para activar íconos que permiten participar de distintas formas (suscribirse al homenaje, prender una vela, enviar un abrazo, escribir un testimonio, compartir video, compartir foto o Gif animado…).
Bendita cuarentena, que no solo complica la vida, sino también la muerte.