Niñez migrante y el futuro compartido
Los países fundadores del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) a lo largo de casi tres décadas, han venido consensuando iniciativas y políticas públicas en uno de los campos más complejos de la integración regional, cual es el de la cohesión social.
Algo que nos ha distinguido, frente a otros procesos de integración regional en el mundo, ha sido la condición de ser países que han promovido la inclusión de los migrantes y sus familias en la agenda integral del Mercosur. Los principales instrumentos que reflejan esta orientación con claridad han sido el Acuerdo sobre Residencia para los Nacionales de los Estados Partes del Mercosur, la Guía Regional de Atención a la Niñez Migrante y la Opinión Consultiva 21 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) sobre derechos y garantías de niñas y niños en contexto de migración, resultado de la solicitud hecha por los estados fundadores del bloque regional.
Esta condición se ha puesto a prueba recientemente con la masiva migración de familias venezolanas. No obstante la dimensión y complejidad del fenómeno, la reacción de los gobiernos y las sociedades han sido muy distintas a la que se puede observar en otras regiones del planeta. Una vez más, así como se hizo a lo largo de nuestra historia, los países sudamericanos han mostrado, pese a las dificultades y necesidades propias, que somos comunidades solidarias que consideran a las personas como iguales.
Sin embargo, como resultado de las tendencias globales este sentido humanitario y del enfoque de derechos puede cambiar. Especialmente crítica es la situación de la niñez migrante, que se ha incrementado significativamente en nuestra región y el hemisferio americano en las últimas décadas, cuyo tratamiento en materia de acogida, refugio y asilo está mostrando retrocesos preocupantes.
En este sentido, desde el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur hemos lanzado la Iniciativa Foco Niñez Migrante, que recoge lo actuado por el bloque, y que promueve el diálogo y la cooperación para las políticas públicas y los procesos de integración en los niveles nacional y local.
Con motivo del aniversario de los diez años del instituto, estamos llevando adelante diversas actividades sobre la temática de movilidad humana, en las que se destaca la publicación de un manual de aplicación de estándares internacionales y regionales de derechos humanos, denominado "Protección de Niñas, Niños y Adolescentes en Contextos de Migración", que busca orientar buenas prácticas en los países de la región.
Es importante destacar la trascendencia del rol del Mercosur en este campo y al mismo tiempo, el liderazgo del Papa Francisco, una de las pocas voces que con claridad dimensionan el fenómeno y su impacto en el futuro de nuestras comunidades. Señala Francisco: "Sus derechos fundamentales y su dignidad deben ser protegidos y defendidos. Una atención especial hay que reservar a los migrantes niños, a sus familias, a los que son víctimas de las redes del tráfico de seres humanos y a aquellos que son desplazados a causa de conflictos, desastres naturales y de persecución". Todos ellos "esperan que tengamos el valor de destruir el muro de esa "complicidad cómoda y muda" que agrava su situación de desamparo, y pongamos en ellos nuestra atención, nuestra compasión y dedicación".
Compromiso con el Futuro Compartido, es el lema de este año del instituto y se expresa de manera inequívoca a través de la necesidad que dar a las niñas, niños y adolescentes migrantes una prioridad en las políticas públicas de nuestros países.
El autor es Secretario Ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur
Juan Miguel González Bibolini