Palabras hermosas
JAPÓN.- Lámparas de papel, luz tenue que ilumina, abanicos en las paredes. En esos pequeños (preciados) objetos, Kim Heun-hee, coreana residente en Japón, se juega su identidad. Kim vive en el distrito Shin-Okubo, más conocido como el barrio coreano de Tokio, lleno de tiendas que venden comida y productos mainstream. Allí, muchos de sus compatriotas se niegan a comprar objetos japoneses y hasta han iniciado el boicot "No Japan". Ella, en calma, se abstiene de cualquier guerra. En la intimidad de su hogar, vuelve a sus raíces con los papeles desplegados y los caracteres de su lengua natal escritos en tinta negra. Los mira en silencio. Frases luminosas que relee cada mañana lejos de la cultura pop y los baluartes del marketing. Prefiere no confrontar y se aferra al viejo proverbio coreano: "Si las palabras que salen son hermosas, entonces lo mismo debe entrar".