Para las pymes, ventajas y desafíos
Mucho potencial y también muchos desafíos. Esa parece ser la mejor síntesis de lo que significará para las micro, pequeñas y medianas empresas el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, alcanzado luego de veinte años de negociaciones.
A las pymes se nos abre un nuevo mercado de 500 millones de personas que involucra al 30% del PBI del mundo. Cuando se creó el Mercosur también el mercado brasileño se planteaba como una amenaza para la Argentina. Siempre frente a un avance o un progreso de magnitud que involucra a varios países se abren incógnitas.
El Estado argentino ahora más que nunca deberá promover las reformas estructurales que colaboren con la competitividad de las pequeñas industrias locales. El acuerdo plantea que las pymes argentinas se incorporen a cadenas de valor de empresas europeas. Esto puede representar una gran puerta de acceso a nuevos mercados.
La asociación birregional implicará la integración de un mercado de 32 países que representan casi una cuarta parte del PBI mundial y con más de 100.000 millones de dólares en comercio bilateral de bienes y servicios.
No obstante, es cierto que la disparidad en el desarrollo de las empresas de uno y otro lado del Atlántico y las condiciones de competitividad y de entorno macroeconómico encienden luces amarillas. El Presidente ya dijo que se cuidará a nuestra industria, pero remarcó que también "es el tiempo para prepararse y ser más competitivos".
El Gobierno, a través del ministro de Producción, aseguró que la Argentina hará uso del "fondo de compensación" que ofreció la Unión Europea para que el sector pyme pueda llevar adelante "un proceso de readecuación". El 92% de las empresas que exportan manufacturas en nuestro país son micro, pequeñas o medianas.
Los negociadores aclararon que el acuerdo no implica una apertura inmediata, ya que el 60% de la oferta al Mercosur se desgravará en un plazo de 10 años o más y se establecerán mecanismos de salvaguardas bilaterales que permitan suspender temporalmente las preferencias arancelarias o reducirlas en caso de amenaza o daño grave a un sector industrial, además de que se implementará un mecanismo de solución de controversias.
En un mundo de murallas, bloqueos y guerras comerciales, un acuerdo que habla de conexiones entre pueblos y apertura es positivo. Siempre es mejor un escenario en el que los países negocien que uno en el que se generen guerras comerciales. La Argentina tiene mucho que hacer si realmente quiere aprovechar esta oportunidad. Se inicia un proceso de construir las bases para generar mayor desarrollo y competitividad en lo que resulta ser el hecho económico más importante en 25 años.
Titular de Mopyme
Cristian Caram