Paralelismo
Un siglo después de la Primera Guerra Mundial, la Relatividad y la gripe de 1918
En las dos primeras décadas del siglo XX vimos el nacimiento de las ramas más avanzadas de la física, una guerra mundial y una pandemia. En las dos primeras décadas de este siglo asistimos al nacimiento de la inteligencia artificial y estamos atravesando otra pandemia. Pero no parece haber ningún signo de que una guerra mundial sea siquiera posible. Antes de brindar, habría que mirar mejor.
China, Corea del Norte, Estados Unidos, India y Rusia, entre otros, se encuentran hoy enfrentados en una guerra silenciosa e invisible, pero brutal y sin tregua. Día y noche, ejércitos que ya no usan pólvora, sino software, se dedican a atacar y contraatacar los sistemas informáticos de sus rivales. A principio de mes (y esta es solo una muestra entre miles), se supo que el apagón masivo que sufrió Mumbai en octubre podría haber sido obra de un ataque cibernético proveniente de China; India niega el incidente.
Es uno de los rasgos de esta nueva guerra mundial. Resulta muy difícil saber quién está arrojando las bombas. El otro rasgo es incluso más inquietante. Ninguna nación está exenta de verse involucrada en la confrontación. Tenga murallas y poder de fuego o tenga fronteras digitales lábiles y porosas.