Desde montevideo. Peluquera personal
Nelson Fernández
Uruguay se ha acostumbrado a un matrimonio presidencial muy especial. El presidente José Mujica tiene una popularidad muy alta, con una aprobación de su gestión que bajó siete puntos pero se mantiene en 63%. Su esposa, la senadora Lucía Topolansky, lo acompaña siempre y siguen viviendo en su chacra de las afueras de Montevideo. Pero cuando pueden van a la estancia presidencial de Colonia, lejos de las negociaciones políticas.
En los últimos años, "Pepe" Mujica y Lucía han ido ajustando su vestuario pero preservando cierta informalidad. No ha sido tarea fácil. Un cambio que pareció aceptar el presidente fue tener un peluquero personal a domicilio. Fue cuando un peluquero pidió que le dejaran cortarle el cabello a Mujica, agregando que lo haría sin costo y que lo único que reclamaba era una foto mientras hacía su tarea. Eso podía significar una promoción fuerte, pero en el entorno de Mujica aseguran que el peluquero sólo pretendía la foto como recuerdo.
El caso es que Mujica no quedó conforme con el corte y prefirió seguir como antes. Es que el corte de cabello es responsabilidad de su compañera de los tiempos de guerrilla y de las épocas de restauración de la democracia. Y por eso se lo sigue cortando Lucía Topolansky, en su propia casa y sin mucho aspaviento. Es el único privilegiado que recibe atención personalizada de la primera senadora de la República.
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