Pinta celebra una década de promoción del arte latinoamericano en Estados Unidos
La feria impulsada por Diego Costa Peuser inauguró anoche con una videoperformance en vivo de Bill Viola
Todo es celebración para los argentinos en Miami. Con una videoperformance en vivo del célebre artista neoyorquino Bill Viola en el corazón de Wynwood, el barrio de moda que atrae al público más joven con sus gigantescos murales de arte callejero, la feria Pinta inauguró anoche su décima edición.
Cuatro galerías con artistas de Rosario, Misiones, Corrientes y Córdoba participan del sector dedicado al país gracias al apoyo del gobierno nacional, y el viernes próximo se reunirán allí mismo junto con todos los artistas y galeristas reunidos en esta ciudad para gran semana de Art Basel. Los convocó Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno porteño, que viajó especialmente para presentar a Buenos Aires como la ciudad elegida para debutar el año próximo con el flamante programa Art Basel Cities.
Nunca fue tan grande la sonrisa de Diego Costa Peuser, director de Pinta, como anoche minutos antes de cortar la cinta roja: comienza a rendir sus frutos el trabajo de toda una década promocionando al arte latinoamericano en el exterior, que comenzó con aquella primera edición en Nueva York.
Costa Peuser sabe que estamos ante una oportunidad única, y que todas las miradas de los principales coleccionistas están puestas en el arte argentino. Por eso una de sus grandes apuestas de este año fue dedicar un amplio sector de la feria a la colección Brillembourg Capriles, que incluye obras de artistas de grandes artistas locales como Liliana Porter y Luis Tomasello, y un atractivo homenaje del brasileño Vik Muniz a los famosos tajos de Lucio Fontana.
También impactó con un enorme stand que reune a varios argentinos el galerista colombiano Jacob Karpio, que llegó a Pinta después de haber participado durante años en Art Basel. Se destacan los trabajos de Pablo Smidt, radicado en Londres y asistente de Anish Kapoor, exhibidos junto a los de Fabián Marcaccio, Víctor Florido, Miguel Ángel Ríos, Amadeo Azar y Nuna Mangiante, entre otros. Justo enfrente, Arte x Arte hizo un impecable trabajo con una obra site specific, al intervenir todo su stand con dibujos fotográficos de la guatemalteca Verónica Riedel.
En la sección argentina sorprendió la flamante galería Ungallery, de apenas un año, con obras de Andrés Paredes, Gastón Herrera y Jorge Miño. Este último volvió a demostrar que en el arte contemporáneo no hay límites con la exploración de los materiales: con la impresión de sus fotografías sobre aluminio dorado, logró un efecto espejado que suma otra dimensión a sus obras.
Un excelente contrapunto con los trabajos de Miño se encuentra en la sección dedicada a la fotografía, donde se pueden ver las investigaciones iniciadas hace décadas en este sentido. Por ejemplo las que realizó Sameer Makarius en la serie informalista que expuso en la galería Peuser en 1961; una de esas obras fue comprada por el Malba en arteBA 2010, y otras se exponen ahora en Pinta.
Espacio Makarius también presenta varios ejemplos de fotografía subjetiva -entre los cuales se cuentan obras imperdibles de Andy Warhol y Werner Bischof- y el portfolio original del Grupo Forum, exhibido el año pasado en Photo España.
Otra de las novedades de la feria este año en Pinta fue el lanzamiento de las residencias de tres meses en Wynwood para artistas latinoamericanos, impulsadas por Mana Common. Entre los seleccionados para el año próximo se cuentan los argentinos Jazmín López, Luciana Lamothe y Martín Legón.