Políticos al tacho
Una reciente columna de opinión del dirigente Julio Bárbaro invita a repensar a qué se refieren los peronistas cuando hablan de "renovación". El disparador fue el acto con el que kirchneristas y massistas homenajearon a Antonio Cafiero. Participaron varios intendentes jóvenes y otros personajes como Gildo Insfrán, Héctor Daer, Omar Plaini, Omar Viviani, Diego Bossio y Daniel Scioli, cuyos ADN renovadores deberían ser identificados en pruebas de laboratorio.
Según Bárbaro, "la levadura de la renovación suelen ser los sublevados; los otros que se pasaron la vida aplaudiendo deben constituir el partido de la decadencia, el campeonato de esquivadas y agachadas". Y no es el único escéptico respecto de otra renovación en el PJ. Es arriesgado apostar a esa figura cuando a la renovación de Cafiero le siguió Menem; a Menem, Duhalde y a éste, los Kirchner.
En su libro Es el peronismo, estúpido, Fernando Iglesias ya advertía en 2015 que de ganar Scioli la presidencia nos hubiéramos enfrentado a una de las infinitas y siempre acomodaticias renovaciones peronistas. Habría sido la del "peronismo de centro"; para 2019 cabría esperar la del "peronismo de arriba"; en 2023, la del "peronismo de abajo", y, para 2027, "si llegamos a los viajes interespaciales" -avisoraba-, la del "peronismo de cuarta dimensión".
Otra pretendida renovación surgió el martes pasado con una "contracumbre" al mini-Davos del Gobierno con empresarios. Organizada por Camilo Vaca Narvaja (ex pareja de Florencia Kirchner) y moderada por Delfina Rossi (hija de Agustín y directora del Banco Nación por unos pocos días), asistieron Rossi padre, Héctor Recalde y Eduardo Barcesat con el fin "debatir sobre soberanía, defender el trabajo y la producción nacional"... que los K disfrazaron durante 12 años.
Bárbaro define estas puestas en escena con varias frases: "Nada es de tan lenta digestión como la dimensión de la derrota. Un obediente sin jefe es un soldado extraviado. Es difícil renovar los fracasos. No todo es reciclable, por eso la basura se guarda en diferentes contenedores".
¿Dónde poner a algunos políticos? ¿En el contenedor verde (para vidrios), en el amarillo (plásticos), en el azul (papel y cartón) o en el rojo (desechos peligrosos)?. Hay tachos de basura que se usan en el microcento que podrían ser insustituibles: los soterrados. Van bajo tierra.