Prudencia en la recta final
Los realineamientos gremiales empresariales parecen haberse detenido antes de comenzar. El clima político a pocos días del ballottage no es el adecuado para hacer reclamos sectoriales. Cualquier postura puede ser interpretada como una toma de posición en favor de uno u otro candidato. O de una presión incluso antes de la asunción de aquel a quienes las encuestas dan como seguro ganador. La fuerte crítica de Roberto Lavagna al intento de recrear el Grupo de los Ocho y la postergación de las reuniones se inscribieron en ese marco.
En cambio, de la importante reunión que realizó ayer AEA surgió un documento que trata de señalar rumbos institucionales. "Son cosas que implican acuerdos básicos para la sociedad, no es momento de estar haciendo reclamos sectoriales", dijo uno de los asistentes.
En esa línea se inscribió también la visita de la renovada conducción de la UIA a Eduardo Duhalde en la que le fue reconocida al primer mandatario la capacidad para haber logrado que se llegara al acto electoral en paz. El titular de la UIA, Alberto Alvarez Gaiani -tildado muchas veces de "menemista"- hizo hasta un esfuerzo personal, sobrellevando el malestar de una fuerte gripe para cumplir con el compromiso.
La entidad fabril debe además recomponerse internamente, luego de la encarnizada contienda electoral que algunos quisieron presentar como el correlato en la entidad del enfrentamiento político entre Duhalde y Menem. Alvarez Gaiani, precisamente, confía en sus condiciones de "componedor" para limar las asperezas.
"El Grupo de los Ocho surgió en medio de la hiperinflación, cuando los reclamos sectoriales dejaron de tener sentido porque lo que se veía era que la crisis iba a arrasarnos a todos. En ese momento había que reclamar cosas globales, institucionales y el actual es un momento parecido, no hay lugar para quejas y reclamos por sectores", subrayó un dirigente empresarial.
Probablemente por lo mismo "el campo" -el sector que se ha sentido perjudicado por algunas decisiones del actual gobierno- ha hecho una especie de intervalo en sus reclamos de rebaja de las retenciones y ajuste de las declaraciones impositivas por inflación. Por otra parte, si hay certezas acerca de lo que podría ser un eventual tercer mandato de Carlos Menem, las incógnitas se agigantan al evaluar a Néstor Kirchner, el candidato al cual las encuestas auguran un triunfo seguro.
Algunos temores rondan también las cabezas de no pocos empresarios: "Se lleva mal con muchos sindicalistas fuertes y va a ser difícil que puedan establecer una relación de confianza política", evalúan. Algunas medidas que, según un amplio consenso, podrían beneficiar tanto la producción como el consumo, deberán esperar. El último informe de la consultora Ecolatina, fundada por Lavagna y en la que actualmente trabaja su hijo Marco, señaló que hacer una rebaja de shock de los impuestos es por ahora una utopía.
Y detrás de las felicitaciones del FMI por el crecimiento mayor al esperado vendría la exigencia de un superávit del 4% del PBI, que no permitiría regalar nada en el frente fiscal.