Relaciones internacionales y salud integral de la Nación
Ante la crisis del Covid-19, numerosos flujos internacionales han sido frenados abrupta y hasta absolutamente a nivel global y en la Argentina. Esta inmovilidad transitoria no puede llevarnos ni a un inmovilismo conceptual o real en cuanto a nuestras relaciones internacionales ni tampoco hacia la tentación del aislamiento. Si bien la emergencia de la pandemia ha obligado a detener en el tiempo varios flujos internacionales por razones de salud, hay que bregar por que esta inmovilidad transitoria afecte lo menos posible la salud integral de la Nación.
En forma sorprendente, el flujo de un virus ha hecho que se haya detenido el flujo de las personas, entre ellas, empresarios, estudiantes, académicos, artistas y turistas. Esto afecta diariamente la economía y la salud integral de las naciones, incluida la Argentina
En forma sorprendente, el flujo de un virus ha hecho que se haya detenido el flujo de las personas, entre ellas, empresarios, estudiantes, académicos, artistas y turistas. Esto afecta diariamente la economía y la salud integral de las naciones, incluida la Argentina, donde el delicado contexto económico que precedió a la pandemia se ha fragilizado todavía más a causa de ella. Se ha decidido cancelar el flujo de personas hasta septiembre, creando así un elemento adicional de parálisis.
Afortunadamente la pandemia ha acelerado la circulación de ideas y de experiencias culturales a través de medios virtuales, mejorando la salud integral de nuestros ciudadanos. De ese modo, de la misma manera en que podemos escuchar óperas del Metropolitan de Nueva York o a la Filarmónica de Berlín, se pueden ver en todo el mundo las piezas de los teatros Cervantes y San Martín, y los eventos culturales del Museo Moderno. El intercambio de ideas se nota en la participación del jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, en reuniones virtuales con alcaldes de las principales ciudades del mundo para discutir la manera de enfrentar al Covid-19 a nivel urbano. O en los encuentros virtuales para preparar la BienalSur 2021, de impacto global, por ejemplo.
Dando apoyo a estas plataformas culturales y a otros múltiples usos, el desarrollo continuo de tecnologías y empresas en el campo de las ciencias de la información debe ser potenciado incentivando los intercambios de conocimientos tecnológicos.
Esta industria ha aprovechado sus fortalezas a nivel local para reaccionar con éxito ante el desafío del Covid-19, situación en la que, por ejemplo, varios sectores debieron volcarse hacia las ventas virtuales. En paralelo a esta forzada aceleración, el potencial para empresas como Mercado Libre sigue siendo alto, a nivel nacional e internacional, si tomamos en cuenta que en Estados Unidos el porcentaje de ventas online sobre las ventas totales creció, en 8 semanas, unos 11 puntos porcentuales (del 16 al 27 por ciento), lo mismo que había crecido en los últimos 10 años (del 5 al 16 por ciento). Este esfuerzo privado debe ser complementado con el esfuerzo de instituciones públicas. Un área crítica en la investigación y el desarrollo debe ser la inteligencia artificial, pero orientada a ayudar a hacer más productivos nuestros recursos humanos, en vez de reemplazarlos.
Conceptualizar cuál es el más efectivo flujo internacional de bienes y servicios para nuestro país se presenta como un desafío titánico. En un mundo con menores grados de interdependencia, pero donde no se debe confundir la autonomía estratégica con autosuficiencia y/o aislamiento, se debe reflexionar sobre cómo potenciar los sectores productivos que exportan o pueden exportar. Siendo esto crítico para obtener divisas, no se pueden potenciar sectores que no puedan mantenerse por sí mismos, dados los pocos recursos disponibles. A su vez, hay oportunidades para aumentar el flujo de exportaciones hacia mercados donde hoy ciertos proveedores globales autorrestringen sus exportaciones.
Otro desafío se presenta en cuanto a asegurar un impacto positivo en la circulación de capitales. Hay que conceptualizar una visión de desarrollo, sustentable en lo macroeconómico, que pueda atraer a capitales argentinos en el exterior, y a inversiones productivas extranjeras directas. Y limitar el impacto negativo de capitales especulativos extranjeros. A su vez, debe llegarse a un acuerdo para que el Estado nacional no pueda endeudarse en forma incremental, salvo que sea para obras de infraestructura.
En materia de flujos internacionales que aseguren la salud integral de la Nación, quizás la prueba más crítica sea la de asegurar que continúe en forma abierta y dinámica el intercambio de ideas en el ámbito de lo político. Particularmente, el de las ideas que rechazan las tentaciones populistas y/o autoritarias, y aquellas que defienden las libertades de los ciudadanos. Como escribió el historiador griego Tucídides: "No hay felicidad sin libertad, no hay libertad sin valentía".