Rubén, el hombre libro
Sus cumpleaños siempre dejaron grandes recuerdos. Hubo uno, el de sus 50, en el que todos los invitados terminaron subidos a un barquito rodante, con él vestido de marinero. Era un homenaje a su sueño inconcluso de ser hombre de mar.
Antes y después de todo, Rubén es un amigo de los lectores de los libros que vende. Cada 1° de junio, su librería se llena de amigos que celebran su cumple. Esta vez fue imposible, el hombre estaba guardado viendo cómo llegaban sus primeros 75. Igual hubo un festejo. Como es regla en estos días, hubo un Zoom familiar que unió a Rubén y Licha, su compañera, con sus tres hijos, y todos los nietos. Y hubo un regalo especial, preparado por ellos con la reserva del caso. En un video, aparecieron, uno tras otro, familiares y amigos. No hubo discursos, sino fotos. Cada uno posó con un libro en la mano.
Como el gran librero que es, Rubén lleva casi sesenta años aconsejando qué leer. Y la devolución le llegó en una secuencia de imágenes que resumieron en cada libro su vínculo con él.
Libros de todos los tamaños y géneros, clásicos e ignotos, novelas, biografías, ensayos políticos y filosóficos. Una y mil páginas de entrañable amistad.