Ruinas
En lo que queda de un edificio de la ciudad iraquí de Mosul, los signos de la civilización han sido suprimidos casi en su totalidad a fuerza de disparos de fusiles, ametralladoras y bombas. El solitario soldado que muestra la imagen parece atento a atacar a su objetivo y a la vez indiferente a la destrucción que lo rodea, ajeno al estremecimiento que podría provocar al observador neutral el horror de ver convertida en ruinas cualquier obra humana. Pero algunos códigos de la cultura del hombre persisten aun en zonas de conflicto como ésta. Una mano anónima "grafiteó" el improvisado cartel que guía la ubicación de un sitio que aun en plena destrucción es de uso imprescindible. El soldado apunta en esa misma dirección. Podemos imaginar a los combatientes que del otro lado, fuera de cuadro, buscan refugio en ese último reducto de civilización como una amarga broma del destino, reprimiendo el miedo allí donde deberían poder liberarse.