Santa Claus nos trae al verano
El difícil arte de ser Papá Noel en la Argentina
Realmente no sé si Santa Claus disfruta o no su travesía por el hemisferio sur, pero que deja menos juguetes que en el norte, seguro. Su paso por nuestro firmamento es aún más rápido y más cuidadoso sabiendo que en cualquier parada donde demore más de la cuenta sus renos pueden terminar en un frasco de escabeche y su vehículo puede ser levantado por la grúa o bien formar parte del catálogo de algún local de repuestos para trineos en plena Avenida Warnes. No quiero aventurar si odia o no el calor porteño, si bien se le hace un poco difícil con tanto abrigo podemos entender que después de todo un año encerrado en Laponia, al viejo le parezcan divertidas las temperaturas navideñas del sur. Y a pesar de que nunca cumplió con mis expectativas de la infancia, salvo por aquel fuerte de madera donde pelearon por meses todos mis soldaditos, ahora cada tanto tiene alguna gentileza que siempre es bien recibida. En esta edición, Santa nos entrega una celebración sin lluvia ni calor extremo, con algunas perlitas para la hinchada estival en una de sus actuaciones más tribuneras de los últimos años con un fin de semana a pleno sol. En este informe se incluye su ruta por nuestro hemisferio, contamos su guerra comercial con los juguetes chinos y su secreto para soportar a cientos de chicos en cada shopping sin convertirse en Herodes.
Jueves: la noche en peligro
Sigue la inestabilidad en el Río de la Plata con otra jornada de viento cálido y húmedo que se sentirá mucho más veraniega de lo que cuente el termómetro. La mañana arranca en 19°C y se puede apostar a la remera sabiendo que la tarde remata en 28°C con una sensación térmica trepando un par de grados más. Se intercalan nubarrones y claros en el cielo, donde los cúmulos cargados pueden jugar a nuestro favor si nos tapan un poco el sol del mediodía, que ya a esta altura empieza su escalada a sus niveles más potentes. Algunos chaparrones aislados desde la mañana no estarían fuera de libreto. La tarde tiene una probabilidad más alta de lluvias llegando a ofrecer tormentas eléctricas antes de la noche. El cierre tiene todas las de perder, parece que los que salgan se van a ligar algún duchazo.
Viernes: mejorando a la tarde
Mañana será la última jornada de esta hilera de días inestables, con un amanecer que puede marcar el retiro final de los nubarrones. Algunos modelos marcan que ahí se cierra el capítulo del cielo gris y sigue un día con nubosidad, mostrando intermitentemente tramos soleados sin la permanente amenaza de lluvias latentes de los últimos días. Otras corridas son más pesimistas y extienden hasta varias horas más tarde la recuperación, estando receptivos a chaparrones aislados durante gran parte del día. La mañana tiene un débil ingreso de aire frío que ni resiente al termómetro, que se estira hasta 27°C vespertinos. A las 19.22 se produce el solsticio y comienza el verano astronómico en todo el hemisferio sur. La noche no tiene previsión de lluvias, pero no nos sobra nada.
Sábado: vuelve el sol
El verano astronómico se estrena en un fin de semana largo a pleno sol con el mercurio mucho más arriba que los últimos días. La mañana puede conservar algunas nubes y la tarde brinda el primer pasaje de cielo despejado de toda la semana. El sábado ofrece pleno sol sin necesidad de sufrir el calor con el mercurio, marcando 28°C como máximo del día. La noche no ofrece sobresaltos y transcurre con agradables 22°C, a lo que se suma que no se espera viento en superficie. Es una jornada ideal para planificar actividad al aire libre
Domingo: a todo verano
La jornada dominical premia a todos aquellos que esperaron por el sol y el calor más marcado. Ahora el verano ya juega de local y se pavonea en un día sin nubes, con un mediodía parrillero de 29°C y una tarde piletera de 31°C. Cielo despejado, viento leve, calor intenso pero no sofocante y humedad moderada configuran un verdadero himno al verano. La noche cierra en 26°C y se vuelve a prender el ventilador para dormir.
Lunes y martes: la Navidad, a salvo
No habrá lugar para alguna tormenta Grinch que arruine los festejos navideños. El lunes marca el tercer día de sol en fila con una máxima estimada en 29°C. Hacia la noche entra viento fresco desde el río, lo que moderará la temperatura en 25°C a la hora de la cena. La medianoche transcurre bajo las estrellas, todo un detalle. El almuerzo de Navidad conservaría el cielo despejado con 28°C, salvándonos de la lluvia y del calor incómodo. En lo personal es clave no tener una temperatura desbocada porque mi vieja rememora sus nochebuenas infantiles en los Alpes ofreciéndome comida tan calórica como para hacer transpirar a un Papá Noel desnudo haciendo angelitos en la nieve.
Tengan todos la mejor Navidad que puedan tener. Hasta la semana que viene.