Ser mujer es un problema
Inesperadamente, la Conferencia Mundial de Periodistas Científicos que está finalizando en Seúl, Corea, y a la que asistieron colegas llegados de todas partes del mundo (entre ellos, tres argentinos: Federico Kukso, Valeria Román y Cecilia Farré), tomó por asalto los medios de comunicación. Pero no fue porque algún iluminado haya revelado la clave para atraer a las audiencias o deslumbrar a los jefes de redacción, sino por una broma desafortunada dicha al pasar.
Según se dio a conocer, sir Tim Hunt, premio Nobel de Medicina 2001 por sus descubrimientos acerca de los mecanismos de la división celular, afirmó (aparentemente en chiste) que en el trabajo científico no es conveniente que mujeres y hombres se mezclen porque "ocurren tres cosas cuando ellas están en el laboratorio: te enamoras de ellas, ellas se enamoran de ti y cuando las criticas, lloran".
Pero el público no se rió. Es más: la frase desató una tormenta mediática que no sólo obligó a pedir disculpas al atribulado Hunt (que conoció a su mujer, precisamente, mientras dirigía sus estudios en Cambridge), sino que en cuestión de horas? ¡lo llevó a presentar su renuncia como profesor honorario del University College London!
Incidentes como éste e imágenes como la de la demostración que hace pocos días reunió frente al Congreso a cientos de miles de personas en repudio a la violencia contra la mujer demuestran que, aunque es mucho lo que se avanzó desde las épocas en que pretender una mínima equidad parecía un espejismo inalcanzable, todavía hay rémoras difíciles de erradicar.
Los dichos de Hunt nos remontan al espíritu que impregna un opúsculo de 31 páginas que a principios del siglo XX editó la Farmacia Franco-Inglesa dedicado exclusivamente a las "señoritas". Publicado por una "Liga Argentina de Profilaxis Social", reúne los consejos de un doctor C. Burlureaux, miembro de la Sociedad Francesa de Profilaxis Sanitaria y Moral con el título de "Para nuestras hijas, cuando las madres estimen oportunos estos consejos".
Parafraseando una aguda observación de Borges en "Las alarmas del doctor Américo Castro" (que figura en la vetusta edición de tapas grises de Otras inquisiciones, Emecé, 1964), cabe decir que "hablar del problema de la mujer es postular que las mujeres son un problema".
La liga se había fundado el 19 de mayo de 1921 bajo el patrocinio del Círculo Médico Argentino y del Centro de Estudiantes de Medicina, y tenía un consejo consultivo formado por una decena de nombres ilustres, entre los que estaban Estanislao Zeballos, Joaquín V. González, José Luis Cantilo, Gregorio Aráoz Alfaro, Mariano R. Castex, Eleodoro Lobos, Alfredo Palacios, Augusto Bunge y José Ingenieros. Sus objetivos: "Difundir por todos los medios posibles los conocimientos necesarios con objeto de crear la conciencia sanitaria popular sobre las enfermedades venéreas, estimular la profilaxis personal, abaratando y divulgando el uso de medios profilácticos, reprimir la pornografía (?); combatir el curanderismo y el charlatanismo antivenéreos".
"Estáis en la edad llamada núbil -escribía en esos días Burlureaux-. El instinto de la maternidad, traducido desde vuestra tierna infancia por el deseo de muñecas, despiértase actualmente, estáis preparadas para el gran deber de la procreación (?) Sois jóvenes de corazón y si esta juventud constituye encanto, no deja de ser peligro, pues os coloca en la situación del ratón de la fábula que jugaba con el gato como amigo y dejose engañar por sus suaves ademanes (?) La necesidad de amor, añadida a la ardiente curiosidad, consecuencia de vuestra edad y de vuestro sexo, os expone a la seducción, y la seducción os expone, bien pronto lo diré, a desastrosas e irreparables consecuencias."
Y más adelante, después de mencionar que "en Rusia, el beso en los labios ha entrado en las costumbres", agrega: "Todas nuestras vitrinas, nuestros quioscos, nuestros carteles, parecen conspirar juntos para tender trampas a las jóvenes virtuosas (?) El seductor no siempre es el hombre brillante forjado en vuestros sueños, el príncipe encantador de vuestros imaginados romances (?) puede tener taras ocultas y sus acercamientos íntimos, si habéis tenido la debilidad de consentirlos, pueden ser para vosotras origen de los peores desastres".
Volviendo a Borges: "Otro demérito de los falsos problemas es el de promover soluciones que son falsas también".
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