Suerte
Frankfurt, Alemania .- La superstición popular indica que hoy no es día de embarcarse ni de casarse. Y aunque sea ya un lugar común hasta la parodia, es en estos días cuando nuestra memoria busca las mejores anécdotas que fundamenten la veracidad de la leyenda. Pero, ¿en qué cosas ciframos la buena o mala suerte? ¿En un tropiezo ridículo, en la pérdida de unos billetes, en un desenlace amoroso no buscado o en la bendición de un transporte llegado a tiempo? Pelada y con apenas un mechón para atraparla era su fisonomía para los antiguos. O un pájaro en la mano y cien volando si de cazar y comer se trata. Pero quizás también lo sea un barrilete, que luego de varios intentos al fin encuentra su equilibrio en el aire. Magia, por fin, apenas hecha de la conjunción de los cuatro elementos: agua y tierra para la madera y el papel, aire para hacerlo flotar, fuego en la alegría inmensa de la niña.