Sumisión
Bombay, INDIA.- El entorno en el que nos desplazamos cotidianamente cobra tal familiaridad que es parte, muchas veces sin darnos cuenta, de nuestra estabilidad, de aquello previsible que nos ayuda a construir esa certidumbre esencial para mitigar la zozobra y la desazón frente a lo desconocido. Las acechanzas que sobrevienen cuando ese contexto muta y deja de ser nuestro hábitat natural nos convierten en presas fáciles del desasosiego, como el que transmite este caballo que es entrenado en una piscina para competir en el Derby, en Bombay. Los edificios circundantes de por sí ofrecen un violento contraste con el escenario en el que debería estar alojado este animal: la naturaleza, por completo ausente. Y la soga que lo arrastra remite a la humillante sumisión de quien se sabe conducido hacia un destino que no le es propio. Tal vez uno de los peores vértigos a los que puede ser sometido cualquier ser viviente.
Edición fotográfica Dante Cosenza