Tiempo de primavera
Desde el aire las cosas se ven distintas, y desde un drone, mucho más. Los círculos concéntricos del lago Langwieder, en las afueras de Munich, recrean el efecto hipnótico de un torbellino. Claro que la persona que nada boca arriba, brazos y piernas extendidos, la sonrisa de placer que imaginamos pero no vemos, está lejos del peligro. No solo porque las aguas diáfanas la mecen bajo el sol matutino, sino porque el pánico pandémico no pisa esas costas. "Una abrumadora mayoría de gente en nuestro país se ha dejado guiar por la precaución, la razón y la responsabilidad hacia los demás", declaró hace poco la canciller Merkel agradeciendo el esfuerzo a sus compatriotas. En plena etapa de reapertura, los resultados están a la vista. Buen momento para recordar, ahora que en estas latitudes tendremos que redoblar el esfuerzo, que el invierno siempre se convierte en primavera.