Transparencias
La arquitectura y el urbanismo muestran sus credenciales para ingresar al club de las Bellas Artes; la fotografía las refrenda. Aquí, el edificio Paul-Löbe, parte del Bundestag alemán. Se ha hablado mucho de la estructura abierta y acristalada de esta construcción y de la metáfora evidente: allí donde trabajan los representantes del pueblo, lo que debe primar es la transparencia. Hay otro elemento, no necesariamente ligado con el arduo ejercicio de la vida democrática (o quizás sí): la belleza. El Paul-Löbe la irradia, tanto como lo hace el fotógrafo que logró apresar el reflejo de la construcción –liviana, translúcida, próxima– sobre las aguas del río Spree. Y qué es un gesto abierto a la ciudadanía, sino la gestión de un espacio básicamente amable; un lugar donde los funcionarios hacen lo suyo mientras alguien empuja un cochecito en un paseo que le dice: “este es tu lugar, también”.