Un lenguaje propio para narrar la epopeya de la década K
En El relato kirchnerista (Ediciones B), el periodista Pablo Mendelevich recopila 200 expresiones, neologismos y palabras tabú creados por el oficialismo, que forman a la vez un retrato político y social del país
ARTICULAR. Verbo cristinista polifuncional.
Cristina Fernández de Kirchner lo usa varias veces al día, es uno de sus preferidos. Puede decir que es necesario articular el desarrollo econó mico con la distribución energética o que el modelo articula capital y trabajo. También, que va a articular con los intendentes (en algunas ocasiones lo conjuga con objeto directo y en otras, sin). "Le he pedido a la ministra de Seguridad que podamos articular con el gobierno local y nuestra Policía Federal", dijo, por ejemplo, el 8 de noviembre de 2012. Comparte con gestionar -verbo abusado por toda la clase política- las bajas calorías: mucha resonancia y poca precisión. Articular casi nunca viene en envase negativo. Cuando no le atiende el teléfono a un gobernador, al jefe de Gobierno porteño o a un intendente, porque son opositores o se portaron mal, la Presidenta no dice que desarticuló. Simplemente, no articula.
BLUE. En la Era K significa negro.
El kirchnerismo es muy afecto a los cambios de nombres. En general, los dispone sobre escuelas, salones o calles para dejar constancia de sus gustos ideológicos. Pero este revisionismo cromático cambiario no viene de una orden del Gobierno, sino que, en todo caso, es una consecuencia de sus órdenes. La nueva denominación apareció en 2011, cuando empezaron las restricciones para la compraventa de divisas y se despertó el mercado paralelo.
Se cree que el dólar negro comenzó a llamarse blue debido a que los cambistas clandestinos (que no siempre son cambistas ni del todo clandestinos) querían evitar hablar por teléfono de "el negro". Por temor a que los pinchadores de teléfonos dominaran la lengua de Shakespeare decidieron no ponerle black . Faltos tanto de ventanas en sus cuevas como de un talento creativo descollante, se habrían inspirado entonces en la expresión blue chip . Así se llama en la jerga al contado con liquidación, que es la operatoria por la cual se venden acciones de empresas argentinas que cotizan en la Bolsa de Nueva York para obtener dólares exentos de las restricciones oficiales, ciertamente más caros. Pero aunque al dólar, eternamente verde, se le diga azul en inglés, cuando no lo vende el Estado es irremediablemente negro.
CORRUPCIÓN. Voz anterior a 2003. No existe en lengua K.
En omisiones, la corrupción le ganó a la inflación. Durante la segunda mitad de 2012, la Presidenta comenzó a usar en forma esporádica la palabra inflación (en general para descalificar a quienes la consideran un problema), pero la palabra corrupción continuó su vida extramuros. Ni siquiera se la mencionó para ridiculizar a los que la mencionan. (...) Aunque parta del supuesto primitivo de que aquello que el líder de la tribu no nombra no existe, la omisión discursiva es una estrategia. Los Kirchner la aplicaron muchas veces delante de novedades que no eran de su gusto. Muchos políticos lo hacen, si bien la diferencia está en la magnitud. CFK llegó al extremo de erradicar la palabra corrupción, ya no sólo de evitarla, mientras en las encuestas la corrupción aullaba. La erradicación arrastró derivados positivos, como el concepto de lucha anticorrupción, aunque eso parece lógico: si no hay corrupción, ¿para qué combatirla?
FONDOS BUITRE. Especuladores impiadosos globalizados.
Si a uno le toca compartir una cena con el dueño de un fondo buitre, no es una buena idea preguntarle cómo marchan sus negocios utilizando esa expresión zoológica alusiva a las repelentes aves rapaces. En ese caso conviene decir special situations funds (fondo de situaciones especiales). La situación especial a la que alude el nombre elegante consiste en comprar barata deuda que está cerca de la quiebra, apretar con métodos impiadosos para obtener mejores reembolsos al deudor y ponerlo en dificultades ante una corte (...) Esas cosas suceden, lamentablemente, tanto en el plano global como en los confines de la Patagonia. Hasta en una ciudad de provincia ha habido quien sentó las bases de una gran fortuna personal con sólo dedicarse a la tarea de comprar deuda inmobiliaria para luego confiscarles sus viviendas a deudores que no pudieron seguir pagándolas, abatidos por una indexación usuraria. Como para no comprender la injusticia de los fondos buitre: cuando no hay moral, no hay moral.
INFIERNO. 2001.
Los dos Kirchner utilizaron en forma sistemática la su¬puesta amenaza de que se repitiera el colapso de 2001 y hablaron de una vuelta al "Infierno". En la campaña de 2009, NK advirtió que el riesgo dependía de que la oposi¬ción ganase las elecciones. Sus dichos no se corroboraron: el propio NK perdió frente a Francisco de Narváez y vuelta al Infierno no hubo. Fuera de los recurrentes latigazos retóricos, los Kirchner nunca ensayaron una explicación integral sobre la grave crisis de principios de siglo y sus motivos. El año 2001 fue tomado por ellos como referencia para demostrar la extraordinaria mejoría de las variables socioeconómicas. Como 2001 marcó el peor momento de la era moderna, en comparación cualquier indicador luce mucho mejor. Quien mide su suerte en relación con el Infierno tiene más posibilidades de creer que ya llegó al Paraíso.
IT´S TOO MUCH. Está todo bien.
El 29 de mayo de 2012, en oportunidad de inaugurar en La Rioja, por videoconferencia, el Albergue Néstor Kirchner, ubicado en la avenida Carlos Menem, CFK dijo estar muy contenta por la elección al frente de la OIT de Guy Ryder, un sindicalista inglés. Para que se entendiera que sus diferencias con los británicos sólo comprenden al gobierno, aclaró en forma bilingüe: "Con el pueblo inglés y con los trabajadores, está todo bien, it's too much , todo bien, very good ". (...) Aunque la Presidenta no habla otros idiomas aparte del castellano y la lengua K, suele aprovechar las palabras y expresiones que conoce en inglés para intercalarlas en sus tuits. Son estas: sorry , always , photo opportunity , why y leading case . Hay una más, que viene al caso: oh, my god !
VAMOS POR TODO. Meta.
A CFK le faltó hacer pasar aire por sus cuerdas vocales para decir "vamos por todo": lo silabeó con los labios. Fue el 27 de febrero de 2012, durante el acto por el Bicentenario de Creación de la Bandera. Sin emitir sonido, pues, a modo de confidencia, la Presidenta despachó el grito de guerra más estremecedor de todos los tiempos en boca de un gobernante de origen constitucional. (...) Que un gobierno que gasta cientos de millones de pesos por mes en desparramar su catecismo, lo cual incluye el trabajo de hábiles profesionales de la comunicación, haya lanzado su consigna máxima con sordina, es una extraña paradoja. CFK dice casi un millón de palabras por año, y resulta que a su frase más importante, de apenas tres palabras, nunca la tomó ningún micrófono. Tampoco la desmintió ningún Fernández. Mal podría, no porque esté el video, sino porque está la realidad.