Un mar de hombres valientes
De lejos, son decenas de seres anónimos. Se lanzaron al oleaje tramposo del Mediterráneo en un atestado bote de goma y navegan arropados con salvavidas naranjas como sola pertenencia. De cerca, para quien les tienda una mano, como los rescatistas de la ONG Proactiva Open Arms, que lanzaron los chalecos y pronto irán a su encuentro, son decenas de vidas valiosas. Partieron de la costa de Libia después de atravesar, como tantos antes de ellos, las infinitas penalidades de cruzar medio continente, desde las mismas entrañas del África subsahariana. En sus barrios y aldeas la familia extendida, primos, tíos y hermanos, cuando no el pueblo entero, reunieron peso sobre peso para financiar la travesía. Y están quienes se fueron con lo puesto, a los saltos y corridas, escapando de las balas y la guerra. Algunos consiguen la meta y son los héroes del día. Otros quedan en el camino. Nadie, ni uno solo de ellos, eso es seguro, desistirá del intento.