Unas tímidas señales
Los últimos movimientos de aproximación del Gobierno al FMI parecen haber tranquilizado algo a los empresarios. "Habrá tensión al acercarse la fecha límite del 9 de marzo, pero parece que será menor de lo que se sospechaba hace apenas unos días; hay un mejor clima, sin duda", señaló un hombre de negocios en relación con la proximidad del día en que la Argentina debería optar entre pagar un vencimiento muy importante o entrar en la más abierta cesación de pagos, al incluir a los organismos multilaterales en ella.
El intento de forzar un acuerdo con las tabacaleras para garantizar un aumento de la recaudación parece encaminarse en esa línea de acercamiento con el Fondo.
"Si no se ha cumplido mucho con la idea de negociar de buena fe con los bonistas, entonces hay que exagerar el cumplimiento en otras áreas. La de los impuestos sobre el tabaco es una promesa incumplida. Lavagna está, a su modo, reconociendo que fracasó su estrategia de lograrlos por ley", señaló un analista, que de todas formas les aclaró a sus clientes que no esperen como contrapartida una baja inmediata del impuesto al cheque. "Esa era la idea original del Gobierno, pero hay que ver a qué velocidad la cumplen. Sin duda, ese impuesto debe reducirse porque es altísimo en este contexto de baja inflación y dólar estable."
También hay algunas suspicacias en las interpretaciones sobre la velocidad a la que se harían los cambios. "Si están tratando de asegurarse un aumento de los ingresos, entonces es porque la situación fiscal no es tan sólida como la presentan. O el Gobierno querrá priorizar gastos que sostengan su imagen pública. O admitirán los reclamos por más superávit. Habrá que ver cómo negocian eso con el Fondo", señaló el analista.
Otro temor que parece haberse moderado en los últimos días es el que generaba la eventual organización de una movilización el próximo lunes para apoyar la propuesta de quita de la deuda presentada en Dubai. "Sería una locura, recordaría las ocasiones en que Galtieri (Leopoldo, el entonces presidente de facto) perdió la oportunidad de una salida ventajosa en el conflicto por las islas Malvinas porque se mareó frente a la multitud congregada en la Plaza de Mayo."
Las situaciones parecen distintas. "La quita de la deuda no generaría jamás el apoyo que tenía el reclamo por la soberanía de las islas", dijo otro hombre de negocios, antes de aclarar: "Hay muchos argentinos que serán dañados por la rebaja y no tendrán ganas de ir a apoyar, sino más bien de manifestarse en contra". Conforme perdió fuerza la idea de un referéndum o de un acto organizado por el oficialismo y sus aliados, pareció volver la tranquilidad. Del mismo modo que parece haberse tomado como una buena noticia que el Presidente y sus funcionarios más cercanos parecieron abandonar los gestos que hacían aparecer a Lavagna como un candidato a la renuncia en puerta.