Veintitrés cuentos de terror, locura y muerte

Un fanático de Gardel que pierde la voz y los cabales. Un paranoico que se obsesiona con restos de un cuerpo tirados a la basura. Un niño chupasangre que no puede contener el impulso de lamer, literalmente, heridas propias y ajenas. Un escritor frustrado que encuentra un final inesperado para su nueva novela. El rosarino Claudio López reúne en su primer libro, El nombre del diablo (publicado recientemente por Listocalisto), veintitrés cuentos breves del género terror que atraen y perturban por igual. A las tramas enumeradas al principio se suman otras también fascinantes con personajes que conviven con la locura, la muerte, el dolor y la maldad.

La excelente calidad de impresión lograda por el pequeño sello de Rosario permite que brillen las ilustraciones de Romina Carrara, quien representa los rostros de varios de esos seres desesperados como criaturas fantásticas. Las escenas gráficas contrastan con el estilo seco y directo de los textos en un juego de opuestos que se complementan para deleite de los lectores.