Villa Cristina, villa Lanata
Cristina Kirchner y Jorge Lanata se pusieron de acuerdo al menos en un tema: las villas de emergencia.
Los malpensados dirán que sólo lo hicieron por motivos promocionales : la estrella máxima del Grupo Clarín, por su afán de mantener en alto la audiencia de su programa dominical y llevar a fondo su confrontación con el poder; la Presidenta, por su necesidad manifiesta de mejorar la floja performance electoral de sus huestes en las PASO en los comicios del próximo 27 de octubre. Sin embargo, el kirchnerismo le arrancó a Pro su superioridad electoral en la villa 21 y no está dispuesto a resignarla.
Ambas iniciativas, más allá de las intenciones, ayudan a visibilizar hasta qué grado es falaz el eslogan de la "década ganada".
La investigación central, sobre villas de emergencia, que se vio el primer día de este mes en Periodismo para todos tuvo su inesperada contrapartida en el desembarco que la Presidenta hizo el lunes último en la villa 21 con un anuncio rimbombante: que la Secretaría de Cultura trasladará su sede a un edificio previsto originalmente para promover actividades educativas en ese barrio periférico (en realidad, sólo se mudarán el titular del área y su séquito más inmediato). Y también coló otra novedad: que funcionará allí un canal de TV, aunque no dio detalles al respecto.
Lanata dijo que el 85% de las villas no cuentan con cloacas. Fue suficiente para que Cristina prometiera que al menos en Barracas iba a trabajar sobre ese tema.
De paso, con su acting el gobierno nacional quiso empardar la apuesta que viene haciendo su par de la ciudad con sus distintas acciones en el sur de la Capital. Los de Pro, a su vez, reclaman que la administración central destrabe créditos internacionales pedidos para mejorar la vida en esas barriadas y pretenden que la Nación les transfiera los terrenos de la villa 31, de Retiro.
Lanata tomó como punto de partida de su investigación la alusión presidencial de que estamos mejor que Canadá y Australia. Por eso comenzó su informe en la avenida Australia y la vía, en Barracas, donde empieza la villa 21-24, el mayor asentamiento capitalino, en el que viven 60.000 personas. Y agregó otros datos demoledores: recordó que desde 2001, las villas crecieron un 55,6% y que sólo en el Gran Buenos Aires hay 864 asentamientos que cobijan en condiciones precarias a 508.144 familias. Un drama gigantesco y silencioso que hipoteca el futuro de miles de chicos y que funciona como caldo de cultivo de la inseguridad, los estragos del paco y la delincuencia de todos los pelajes que encuentran en las villas el lugar ideal para esconderse victimizando en primer lugar a sus sufridos habitantes.
Así, inesperadamente asociados, Cristina y Lanata se suman a las contrastantes corrientes de la comunicación en la materia que pasó, en los últimos años, del ninguneo, ocultamiento, criminalización y mirada prejuiciosa de las villas a una creciente exaltación sociológica, mediante programas de TV, documentales y películas que reparan en sus personajes y problemáticas con más comprensión y hasta simpatía.
Es curioso, pero, de alguna manera, la Presidenta y el "gordito golpista" (como califica a Lanata el desopilante clon de CFK encarnado por Fátima Florez, en PPT ) se repelen y se repotencian el uno al otro de manera constante y ruidosa. Y este tema no fue la excepción.
En las dos temporadas que lleva el programa Periodismo para todos en el aire son varios los informes que han sido respondidos, incluso durante su emisión, por funcionarios y allegados a la mandataria.
Pensada en origen sólo como una de las varias "Casas del Bicentenario" ya inauguradas (su solo nombre denota el atraso con que en este caso abre sus puertas), el edificio de la villa 21 funcionará como un centro cultural, con un auditorio, aulas para talleres y un espacio multimedia. En un tiro por elevación contra Mauricio Macri, la jefa del Estado dijo: "Nos hacemos cargo de lo que nos corresponde y de lo que no corresponde también", como si la Capital Federal fuese parte de un país extraño que ella no preside.
De lo que también se hizo cargo la Presidenta fue de convertir la ocasión en un acto de campaña, con banderas de La Cámpora y de Unidos y Organizados, transmisión televisiva, y el acompañamiento de sus candidatos Jorge Taiana, Daniel Filmus y Juan Cabandié. El tema replicó, ya como propaganda hecha y derecha, en el entretiempo del partido que la Argentina le ganó a Paraguay.
Tal vez muchos vecinos no tenían ganas de festejar nada. Horas antes, un nene de nueve años, Kevin Molina, había muerto cuando una bala perdida de un tiroteo narco traspasó la casilla donde vivía.
El mismo día de la movida presidencial, Página 12 consignó en su tapa que el gobierno porteño recortó un presupuesto de cinco millones de pesos para las villas. Al día siguiente mientras ese y otros medios oficialistas aplaudían la incursión villera de la Presidenta, la directora de la Casa de la Cultura Villa 21, Nidia Zarza, relativizó por La Once Diez el impacto de la medida. "Esta casa -opinó- es una excelente herramienta de prevención contra el paco", pero también aclaró que "sería utópico creer que con esto podríamos resolver el problema de fondo".