Voces para descubrir o reencontrar
I nevitablemente fatigados de las tristezas de la política cotidiana, buscamos seguro refugio en los espacios de imaginación y libertad que nos quedan. Puede tratarse de la lectura de una buena novela, o de una película recién estrenada o de un clásico fílmico, o quizá de alguna de las múltiples ofertas de la variada escena porteña.
También hay otro camino para el disfrute, más viejo que el cine y las computadoras, pero mucho más joven que las artes visuales y el libro. Es la grabación y reproducción del sonido, a partir de aquel vetusto cilindro de cera de Edison de 1877 y hasta las infinitas posibilidades de hoy. En el centro, está la voz humana, como prolongación del cuerpo y portadora de sentido.
Mientras la mano escribe, dibuja o pinta, la voz genera el más original instrumento musical, con valor a la vez estético y etnográfico. Ahora son posibles los museos de la voz y el canto. Como viejos coleccionistas, proponemos la frecuentación compartida de una docena de voces, de ayer y actuales, con énfasis en los géneros populares. (Dejamos para otra vez la ópera, el lied , el oratorio, etcétera.)
No perdamos el tiempo buscando a Gardel, a Frank Sinatra, a Mercedes Sosa, a Edith Piaf, a Elis Regina o a The Beatles. Su prestigio y difusión mundial no nos necesitan. Más bien presentaremos a voces entrañables poco promovidas por el circuito comercial (aunque amadas en sus respectivos países), pero a las que vale la pena descubrir. Y a quien las conozca, nos permitimos sugerirle que las vuelva a escuchar. Es fácil encontrarlas en la transitada Internet. Alguna voz argentina habrá también.
Cada lector reducirá o agrandará el listado a su gusto. El orden lo marca la fecha de nacimiento.
Robert Johnson (Estados Unidos, 1911-1938). Situado entre el legado del sureño Mississipi Delta Blues y el anticipo del rock and roll, sobresale este cantor y guitarrista itinerante, de voz áspera y expresiva. Tuvo un trágico final, envenenado -según se cree- por obra de un marido celoso. Jimi Hendrix y Eric Clapton reconocieron su influencia. Se recomienda escucharlo en "Cross Road Blues".
Bola de Nieve (Ignacio Villa, Cuba, 1911-1971). Con gracia y sabiduría rítmica cantó el repertorio afrocubano. Fue también un notable pianista, el mejor acompañante de sí mismo. Apoyó la revolución castrista. Su proclamada condición de homosexual le acarreó distintos problemas. Creó, con su sello personal, originales versiones de "El caballero de Olmedo" y "La vie en rose".
Roberto Murolo (Italia, 1912-2003). El conjunto de sus grabaciones constituye el más rico y fiel patrimonio de la canción napolitana, lejos de los abusos y ostentaciones vocales con que la interpretan, a menudo, los grandes tenores operísticos. Su fraseo perfecto, su justa carga sentimental y su conocimiento detallado de la lengua ítalo-napolitana no han perdido actualidad.
Nada Mamula (Yugoslavia, hoy Serbia, 1927-2001). Su inconfundible voz de contralto fue protagonista en los escenarios musicales de la Yugoslavia de Tito, y en las transmisiones radiales y televisivas de aquel tiempo. Se especializó en el género de la sevdalinka , típica canción de amor de origen bosnio, cuya estructura delata una clara influencia oriental.
Odetta (Odetta Holmes, Estados Unidos, 1930-2008). Otra voz profunda y oscura, consagrada al folk norteamericano. Fue activa luchadora antisegregacionista, junto a Martin Luther King. Son memorables sus grabaciones de spirituals y sus incursiones jazzísticas. Su versión de "Sometimes I Feel Like A Motherless Child": suena tan bien o mejor que las de Marian Anderson o Paul Robeson.
Netania Davrath (Unión Soviética, hoy Ucrania, 1931-1987). Soprano ruso-israelí, que mostró gran versatilidad en sus interpretaciones operísticas (sobre todo en el repertorio ruso) y en sus versiones de las canciones folklóricas rusas, de la tradición idis h, y del viejo y nuevo canto israelí. Es probable que su mayor logro sea la grabación completa de los Cantos de Auvernia , compilados por M.J. Canteloube.
Atilio Reynoso (Argentina, 1939). Nos descubrimos respetuosamente ante este compatriota, que ha investigado con lucidez el folklore pampeano y lo ha cantado con austero y convincente estilo. Los discos de cantares criollos tradicionales que grabó para Melopea y con el infatigable Iván Cosentino son antológicos. La suma de cielitos, triunfos, tristes y milongas nos representa cabalmente.
Fabrizio de André (Italia, 1940-1999). Cantante, poeta, músico, traductor y, en resumen, uno de los más brillantes cantautores europeos, "Faber" (así se lo apodó) nos incita a calificarlo como el Bob Dylan italiano, pero ni aun así lo describimos. Era genovés nativo, aunque trabajó durante años con el folklore sardo. Tradujo a Brassens, adaptó viejas baladas inglesas y hasta usó la música de Telemann.
Cesá ria Évora (Cabo Verde, 1941-2011). Magistral intérprete de la tradición musical afroportuguesa, en especial de la "morna", un género de canción emparentado con el fado. Ganó la admiración internacional sólo después de los 50 años, tras una dura vida como cantante en modestos bares. Álbumes como Miss Perfumado y Sodade nos traen una voz singular, mezcla fascinante de dulzura y dolor.
Luis Cardei (Argentina, 1944-2000). Dentro de las voces del tango, la personalidad y el tono propio más destacados del último cuarto de siglo. Sus problemas crónicos de salud hicieron más ardua su carrera profesional. Se caracterizó por una forma de cantar y decir intimista, si bien de fuerte expresividad. Su tango emblemático, que resume su estilo, es "Como dos extraños".
Joaquín Díaz (España, 1947). Cantante, etnógrafo e investigador del patrimonio tradicional español, que ha rescatado y grabado una multitud de viejos romances, sobre todo castellanos y leoneses. También frecuentó el romancero sefaradí. Es el impulsor de la Fundación Joaquín Díaz, que posee en Urueña (Valladolid) un museo de la voz y la tradición que merece ser visitado.
Luzmila Carpio (Bolivia, 1950). Incomunicados culturalmente con nuestros vecinos de América latina, no son muchos los argentinos que conocen a esta excepcional cantante y folklorista, perteneciente a la comunidad quechua de Potosí. Escucharla cantar las tonadas quechuas y las marchas aymaras es una experiencia musical de primer orden. Ha sido embajadora en Francia de Evo Morales.
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