PANK, las nuevas hadas madrina de los viajes

El mercado turístico tiene un nuevo nicho al que mira con especial atención por su gran crecimiento y potencial: las PANK, que nada tienen que ver con la música punk ni con los jóvenes de pelo parado.

PANK viene del acrónimo de Professional Aunts No Kids en inglés, o sea las tías profesionales sin hijos que adoran a sus sobrinos casi como si fueran sus propios hijos, y ahora hasta se los llevan de viaje por el mundo como regalo especial.

Esta comunidad se consolidó hace unos años de la mano de Melanie Notkin, una norteamericana de cuarenta y pico, exitosa mujer de negocios que no tiene hijos, pero sí, claro, sobrinos. En 2008 fundó el sitio www.savvyauntie.com (algo así como tía con destreza, conocedora), con contenidos dedicados a las tías cosmopolitas y modernas, sobre regalos y salidas con sobrinos para malcriarlos a gusto y placer.

La Web tuvo una repercusión inesperada con más de 90 mil tías adscritas a su Facebook y Twitter, que pronto incentivaron la creación de un nombre que las identifique. Así surgieron las PANK y hasta se creó el Día Nacional de la Tía en Estados Unidos, que se festeja cada 28 de julio.

La propia Melanie Notkin estima que hay 23 millones de PANK en Estados Unidos que gastan cerca de 9 mil millones de dólares en sus sobrinos y que la cifra va en aumento, también a nivel global.

Un estudio de WTM Global Trends Report, una empresa que anualmente destaca tendencias emergentes en turismo, predijo que este será el año de las PANK, con un marcado crecimiento, sobre todo porque cada vez hay más mujeres sin hijos, con buen poder adquisitivo y con predilección hacia los viajes. Por otro lado, las agencias de viaje empiezan a ofrecer tours a medida de las tías y sus sobrinos.

En Estados Unidos, las PANK eligen como destinos preferidos Disney y Hawai, y también Europa, para llevar a los sobrinos.

Las PANK, por supuesto, también están en la Argentina. La experiencia -según cuentan las tías- es muy enriquecedora y divertida, aunque reconocen que son más complacientes que los padres.

"Viajé varias veces con mi ahijada Natalia: la primer vez a Florianópolis como regalo de 15 años y después dos veces más a Uruguay. La experiencia fue bárbara, aceptó cuando dije que no a ir a bailar sin refunfuñar, pero también eligió siempre las excursiones y los paseos que quiso e hicimos todo lo que ella tenía ganas... Hasta practiqué snorkeling por primera vez.", cuenta Alejandra Pía Gestoso.

Delia Alicia Piña, una PANK que debutó en los viajes con sobrinos, acaba de volver de Estados Unidos con Mercedes, de 15 años: "Estuvimos una semana en Miami y otra en Nueva York, y la verdad es que hicimos cosas que yo sola nunca hubiera hecho, como hacer varias combinaciones en el subte o salir a pasear dos horas en bicicleta por el Central Park. Ella es muy desenvuelta y se anima a todo". También recuerda que la acompañó a ver hasta el último perchero en todas las tiendas Forever 21 y H&M que se cruzaron, caminó sin tregua de sol a sol empujada por la energía interminable de los adolescentes y hasta aceptó esperar tres horas en la puerta del Rockefeller Center bajo el sol a que salga un grupo de cantantes australianos teloneros de One Direction para sacarse unas fotos. Pero de todas maneras insiste en que fue una linda experiencia y que sin duda la repetiría.

Las nuevas tías, las PANK, para ser precisos, según parece van camino a convertirse en las hadas madrina de los viajes y en nuevos clientes codiciados para las agencias de turismo.

ENTRETENIMIENTO DE A BORDO

Turistas olímpicos. En la Anilla Olímpica de Barcelona, el año próximo se inaugurará Open Camp, un parque de entretenimiento dedicado al deporte, con más de 50 atracciones virtuales para sentirse un atleta.

Muñeca del Titanic. El juguete de una niña que navegaba en el transatlántico que naufragó ahora está en un museo de Ayamonte, un pueblo español, luego de ser encontrado por un pescador y comprado por una coleccionista de muñecas.

El Cheverito sale de viaje. El Ministerio de Turismo de Venezuela creó un personaje de cómic llamado Cheverito, para crear conciencia turística y ecológica, y difundir los principales atractivos, algo así como la nueva imagen del país.